la gaviota muerta viaja
entre el oleaje y la arena
en su tumba movediza
Monday, December 27, 2010
Sunday, December 19, 2010
Fragmento del prefacio de mi nueva novela: Destinos
Aunque la sangre corra entre los ríos que nos baña como último destino...
Aunque los clanes del destino ya nos dijeran que el final comienza con el renacer...
Aunque el viaje de nuestros cuerpos tenga un retorno infinito...
Aunque la brisa que me espera no sea la misma que toque tus alas...
Aunque tú, lobo expectante, me dañes con tu verdad...
Yo, cual pantera sedienta de sangre, iré a buscarte...
Aunque los clanes del destino ya nos dijeran que el final comienza con el renacer...
Aunque el viaje de nuestros cuerpos tenga un retorno infinito...
Aunque la brisa que me espera no sea la misma que toque tus alas...
Aunque tú, lobo expectante, me dañes con tu verdad...
Yo, cual pantera sedienta de sangre, iré a buscarte...
Wednesday, December 01, 2010
Metamorfosis
Había un campo que alguna vez fue florido y tupido de árboles de diferentes especies, ahora los muñones y la resequedad me deprimen en la degeneración de todo lo que terminó, ese mundo de países, frontes imaginarias, personas diferentes unas a las otras cuando todas éramos iguales. Reconocí antes de esta destrucción la iluminación que no se busca en iluminados o el camino religioso sino en el amor y la luz que encuentro en mí misma. Veo el sol cubierto de nubes rojo fuego; busco gente pero sólo las hallo en pedazos, sin aliento... existe otro tiempo en mi espacio personal... me vigila como una mujer de kimono blanco, me ha pedido liberarse en el espacio de las llaves que poseen tres guerreros, el dorado, el de fuego y el de agua... Ellos me presentaron esta mujer que busco, de cabellos negros y pidiendo auxilio...
La mujer de iaidogi negro y hakama negra transita con unas zapatillas, un bolso en su espalda y una espada en su cinto, busca entre escombros lo que alguna vez fue pasado. No recuerda mucho de la explosión, sólo que busca a una mujer... la dama de blanco que le dirá como superar todo esto. En su vida tuvo dos grandes maestros, el que le dio la sabiduría y el que le dio la fuerza... de ambos se enamoró y por ellos seguía la búsqueda...
Habían algunas personas en el camino, pero habían despertado en la desesperación una naturaleza reptiliana, la mujer de ropas negras y espada, se coloca en posición de ataque... desenvaina... limpia la espada...
La dama de blanco es tristemente hermosa, su naturaleza se apega a lo etéreo y su pdoer se centra en el corazón del sacrificio.
La chica ya no piensa ni siente, solo camina esperando el siguiente ataque, teniendo la esperanza de encontrar a esa mujer que siempre la ha llamado...
Ve que hay un pequeño lago y observa a un hombre que revisa unas plantas sobrevivientes en el suelo, su corazón se enciende de la alegría de conocerlo... Su segundo maestro aún vivía, pero estaba herido en una pierna... Se acerca y él creyendo ver un espejismo la abraza con fuerza, luego le pregunta por qué esas ropas y ella le cuenta que esto que sucedió ella ya lo conocía y que cuando le decían bruja sus amigos era porque su corazón estaba conectado con los finos hilos del cosmos, sabía de la naturaleza de los humanos, por ello también de su destino. Pero tiene miedo, existía aún un presagio que ella se había empecinado a vencer y evitar, aunque esto estaba en contra de sus órdenes de no intervención.
Aparecieron esas criaturas, seres sin alma que devoraban la vida de los humanos después del desastre... su maestro se interpone con el filo de su espada, sus ojos aun continuaban teniendo ese resplandor dorado sediento de sangre... mato a 3 pero vio acercarse otros más: eran interminables...
"No, maestro, no me protejas" le suplicaba, pero él sólo me exigía alejarme y seguir combatiendo, mi corazón palpaba con la fuerza de un halcón... ya no espacaría y lo protegería, porque él había sido el hombre que siempre había amado... Sintió en su pecho un calor que se iba incrementando conforme se colocaba en posición... uno de esos seres iba a matarlo, pero ella se interpone y lo atraviesa, partiendo su carne en dos... el kiai hacía emerger el amor que sentía no sólo por él sino por todos los que partieron y los que debía proteger, estaba dispuesta a darlo todo por hacer que él sobreviviera... una mujer grita en su interior... Su cabello crece... surge una luz y todos desaparecen, excepto el lago y el maestro.
Ella coloca sus manos ensangrentadas en el suelo... donde ella se encontraba el pasto había crecido, ve sus manos más blancas de lo normal... la tierra del combate se había retirada de su cuerpo... El maestro apunta hacia el lago, para que se observe en el reflejo... Ella lo hace... había encontrado a la mujer de blanco.
La mujer de iaidogi negro y hakama negra transita con unas zapatillas, un bolso en su espalda y una espada en su cinto, busca entre escombros lo que alguna vez fue pasado. No recuerda mucho de la explosión, sólo que busca a una mujer... la dama de blanco que le dirá como superar todo esto. En su vida tuvo dos grandes maestros, el que le dio la sabiduría y el que le dio la fuerza... de ambos se enamoró y por ellos seguía la búsqueda...
Habían algunas personas en el camino, pero habían despertado en la desesperación una naturaleza reptiliana, la mujer de ropas negras y espada, se coloca en posición de ataque... desenvaina... limpia la espada...
La dama de blanco es tristemente hermosa, su naturaleza se apega a lo etéreo y su pdoer se centra en el corazón del sacrificio.
La chica ya no piensa ni siente, solo camina esperando el siguiente ataque, teniendo la esperanza de encontrar a esa mujer que siempre la ha llamado...
Ve que hay un pequeño lago y observa a un hombre que revisa unas plantas sobrevivientes en el suelo, su corazón se enciende de la alegría de conocerlo... Su segundo maestro aún vivía, pero estaba herido en una pierna... Se acerca y él creyendo ver un espejismo la abraza con fuerza, luego le pregunta por qué esas ropas y ella le cuenta que esto que sucedió ella ya lo conocía y que cuando le decían bruja sus amigos era porque su corazón estaba conectado con los finos hilos del cosmos, sabía de la naturaleza de los humanos, por ello también de su destino. Pero tiene miedo, existía aún un presagio que ella se había empecinado a vencer y evitar, aunque esto estaba en contra de sus órdenes de no intervención.
Aparecieron esas criaturas, seres sin alma que devoraban la vida de los humanos después del desastre... su maestro se interpone con el filo de su espada, sus ojos aun continuaban teniendo ese resplandor dorado sediento de sangre... mato a 3 pero vio acercarse otros más: eran interminables...
"No, maestro, no me protejas" le suplicaba, pero él sólo me exigía alejarme y seguir combatiendo, mi corazón palpaba con la fuerza de un halcón... ya no espacaría y lo protegería, porque él había sido el hombre que siempre había amado... Sintió en su pecho un calor que se iba incrementando conforme se colocaba en posición... uno de esos seres iba a matarlo, pero ella se interpone y lo atraviesa, partiendo su carne en dos... el kiai hacía emerger el amor que sentía no sólo por él sino por todos los que partieron y los que debía proteger, estaba dispuesta a darlo todo por hacer que él sobreviviera... una mujer grita en su interior... Su cabello crece... surge una luz y todos desaparecen, excepto el lago y el maestro.
Ella coloca sus manos ensangrentadas en el suelo... donde ella se encontraba el pasto había crecido, ve sus manos más blancas de lo normal... la tierra del combate se había retirada de su cuerpo... El maestro apunta hacia el lago, para que se observe en el reflejo... Ella lo hace... había encontrado a la mujer de blanco.
Sunday, November 21, 2010
Estado
Recuerdo hace años... cuando el sol tocaba tus manos que jugaban a rozarse con las rosas blancas, explicádome los cantos de los pájaros, el misterio de un nuevo nido y yo cobijándose en la ilusión de que al propiciar encuentros la conexión sería física no sólo espiritual. No sabía cuántos años pasarían... envejecí y ahora te veo como caballero de plata, hombre de bien y de respeto pero cansando como mi lengua al beber tantos años leche y ahora sólo sabe de agua.
No sé por qué te recuerdo ahora, si lo que experimento no es igual ni en tiempo ni en individuo; su amabilidad me apasiona pero me mata por dentro, aunque la verdad prefiero su buena existencia a nunca haber sabido de su presencia.
Tengo tanta pena y debería ser tan feliz, pero la verdad esta infinita insatisfacción hace que nazca el egoísmo del incorformista... Grandes espíritus, llénenme de la paz que necesito y no la alienación que a veces siento lograr...
A pesar de todo él me parece bueno, perfecto para mí pero él decidió serlo para otra... Las estrellas bailan en sus avisos de que la noche me cubre con su presencia. Mis labios siguen rojos, mi cuerpo se sume en un hélido viento, invitándome a la captura de un calor olvidado. Las pisadas desaparecen como el fragor de esa batalla perdida. Ya no quedan lágrimas porque no estás muerto, sigues más vivo que nunca y yo al menos con el consuelo de que la decisión que tomé te dará una vida más plena y feliz.
No sé por qué te recuerdo ahora, si lo que experimento no es igual ni en tiempo ni en individuo; su amabilidad me apasiona pero me mata por dentro, aunque la verdad prefiero su buena existencia a nunca haber sabido de su presencia.
Tengo tanta pena y debería ser tan feliz, pero la verdad esta infinita insatisfacción hace que nazca el egoísmo del incorformista... Grandes espíritus, llénenme de la paz que necesito y no la alienación que a veces siento lograr...
A pesar de todo él me parece bueno, perfecto para mí pero él decidió serlo para otra... Las estrellas bailan en sus avisos de que la noche me cubre con su presencia. Mis labios siguen rojos, mi cuerpo se sume en un hélido viento, invitándome a la captura de un calor olvidado. Las pisadas desaparecen como el fragor de esa batalla perdida. Ya no quedan lágrimas porque no estás muerto, sigues más vivo que nunca y yo al menos con el consuelo de que la decisión que tomé te dará una vida más plena y feliz.
Sunday, November 07, 2010
¿Por qué ser infeliz?
Era un día de primavera, pero como todo periodo de cambios cósmicos el sol hizo un descanso y dejo reposando un día otoñal, con viento suave y nubes grises; aún así los estudiantes decidieron celebrar en el jardín aledaño al edificio central. Todos estaban con sus abrigos descontextualizados, desclimatizados y un poco sobre cromáticos para el grisáceo paisaje, pero conversaban con la seriedad que sólo un intelectual puede darles a risotadas críticas, soluciones efectivas pero que la mayoría de las veces no son escuchadas por quienes deciden las soluciones. Ese día me llamó la atención una chica, la única con una tenida primaveral haciendo un frio considerable, tenía una sonrisa y unos ojos negros que se iban en una alegria incontenible; nunca me había percatado de su presencia, era como si en ese jardín se camuflara con las flores y los pájaros danzantes, con su silencio observador y su coquetería de niña que en verdad lleva sus años siendo mujer.
- Hola.
- Hola!- me dijo manteniendo la sonrisa pero luego apartando la mirada hacia el cielo.
- Disculpa que te moleste pero tengo una duda, ¿te gustan los días nublados?.
- Mmmmm... no mucho la verdad, prefiero los días soleados, especialmente primaverales- no aparto su mirada a una mariposa posándose en una flor.
- Entonces, ¿por qué estás tan feliz?.
- ¿Y por qué no?.
- ¿Tienes frío?.
- Si.
- ¿Entonces? ¿Al menos no deberías sentir incomodidad?.
- La incomodidad al igual que los problemas son situaciones temporales, la felicidad es algo pleno que reside en nuestro corazón y podemos sentirla cuando queramos. Además la incomodidad hace sentir que el cuerpo aún siente.
- ¿Por qué eres feliz?.
- ¿Y por qué no? - En eso ella notó mi rostro de insatisfacción ante su reiterada respuesta - Soy feliz porque soy afortunada, piensalo así... soy una sobrevivente, soy un espermio entre miles que sobrevivio y se hizo carne, soy una de las pocas que tuvo la suerte de tener padres amorosos... soy una de las pocas de tener una situación económica aceptable para tener un estandar de vida cómoda, soy una de las aún menos que estudio lo que quiere y tiene un posgrado a una edad joven, soy una de las aún menos que sabe que dios está en todas partes pero principalmente en mi, soy una de las mucho menos que un día al igual que otros en edad adulta que despertó su consciencia y sabe que existe algo más allá que supera este nivel de consciencia, soy aún más afortunada al saber que los seres humanos tenemos el poder del amor que lo vence todo y nos da poderes que no somos capaces de comprender... soy feliz porque se que la pena o la tristeza no es inexistencia de felicidad sino sólo ausencia, así que es cosa de llamarla para que vuelva a ser mi acompañante. Soy feliz porque tengo la capacidad de amarme y de amar... soy feliz porque no necesito más que el amor para saber que en todo existe la belleza.
Al terminar su discurso no sabía si sentirme sobrecojido, indignado... la cuestión es que dentro de ese círculo de intelectuales que me llenaban de incorfomidades sobre la política, la historia, la religión, etc. yo era infinitamente egoísta por no apreciar el trabajo que alguien realizó en dejar estas flores hermosas, en que cada suspiro es un brillo de esperanza y que al fin y al cabo el criticar sin solución no es más que palabrería para pasar el rato, una catarata de veneno que sólo contamina al mundo y al final a los seres humanos... Iba a decir algo, cuando esa chica volvió a desvanecerse entre la multitud de compañeros, su simplicidad la hizo invisible para los que allí conversaban pero para mi la hizo eterna como el oleaje en la playa que puedo ver en el horizonte.
- Hola.
- Hola!- me dijo manteniendo la sonrisa pero luego apartando la mirada hacia el cielo.
- Disculpa que te moleste pero tengo una duda, ¿te gustan los días nublados?.
- Mmmmm... no mucho la verdad, prefiero los días soleados, especialmente primaverales- no aparto su mirada a una mariposa posándose en una flor.
- Entonces, ¿por qué estás tan feliz?.
- ¿Y por qué no?.
- ¿Tienes frío?.
- Si.
- ¿Entonces? ¿Al menos no deberías sentir incomodidad?.
- La incomodidad al igual que los problemas son situaciones temporales, la felicidad es algo pleno que reside en nuestro corazón y podemos sentirla cuando queramos. Además la incomodidad hace sentir que el cuerpo aún siente.
- ¿Por qué eres feliz?.
- ¿Y por qué no? - En eso ella notó mi rostro de insatisfacción ante su reiterada respuesta - Soy feliz porque soy afortunada, piensalo así... soy una sobrevivente, soy un espermio entre miles que sobrevivio y se hizo carne, soy una de las pocas que tuvo la suerte de tener padres amorosos... soy una de las pocas de tener una situación económica aceptable para tener un estandar de vida cómoda, soy una de las aún menos que estudio lo que quiere y tiene un posgrado a una edad joven, soy una de las aún menos que sabe que dios está en todas partes pero principalmente en mi, soy una de las mucho menos que un día al igual que otros en edad adulta que despertó su consciencia y sabe que existe algo más allá que supera este nivel de consciencia, soy aún más afortunada al saber que los seres humanos tenemos el poder del amor que lo vence todo y nos da poderes que no somos capaces de comprender... soy feliz porque se que la pena o la tristeza no es inexistencia de felicidad sino sólo ausencia, así que es cosa de llamarla para que vuelva a ser mi acompañante. Soy feliz porque tengo la capacidad de amarme y de amar... soy feliz porque no necesito más que el amor para saber que en todo existe la belleza.
Al terminar su discurso no sabía si sentirme sobrecojido, indignado... la cuestión es que dentro de ese círculo de intelectuales que me llenaban de incorfomidades sobre la política, la historia, la religión, etc. yo era infinitamente egoísta por no apreciar el trabajo que alguien realizó en dejar estas flores hermosas, en que cada suspiro es un brillo de esperanza y que al fin y al cabo el criticar sin solución no es más que palabrería para pasar el rato, una catarata de veneno que sólo contamina al mundo y al final a los seres humanos... Iba a decir algo, cuando esa chica volvió a desvanecerse entre la multitud de compañeros, su simplicidad la hizo invisible para los que allí conversaban pero para mi la hizo eterna como el oleaje en la playa que puedo ver en el horizonte.
Thursday, November 04, 2010
Sueño I
El mar siempre ha sido mi mensajero, sus oleajes son manifestaciones del estado de ánimo de los astros; llaman mi atención como a los moluscos con su azote salino, sus piedritas cosquilleantes, su tensión superficial que engaña prometiendo soporte pero termina siendo profundidad absoluta. Las olas hoy están intranquilas, me sacan de esa meditación consciente que siempre realizo al atardecer... Mi madre aparece en la escena, me pide ir a un supermercado cualquiera; con un subterráneo amplio... afuera el manto de la noche lo cubre artificialmente ya que la luna anda escondida y los rostros siguen iluminados. Miro a los cielos y el miedo me invade, pero no por la ignorancia sino por el conocimiento de lo que pronto se vendría... Mi madre cubre su boca con una mano de silencio, busca con su cuerpo el calor del mío que siempre la protege como si ella fuera mi hija y yo su madre. Unos hombres en una puerta no permiten la entrada, la lluvia cae, la tierra se mueve... la gente no puede salvarse. Esos hombres no dejan la pasada a los condenados, yo tomo de la mano a mi madre e ingreso, voy con la decisión de matar si es necesario para cruzar esa puerta... pero los hombres me conocen o les soy indiferentes porque me dejar seguir mi camino... viendo hacia atrás noto como los demas hombres desaparecen bajo el manto de mar. Dentro del edificio las luces siguen encendidas... una persona me nombra dos ciudades conocidas que serán barridas por el agua, yo me sobresalto... no por la noticia sino al notar por un ventanal que un familiar mio sale disparado desde un auto al mar... Mi cuerpo astral se traslada a dicha playa, me acerco y ella va saliendo, me saluda... le indico que vaya a cierta ciudad y yo a la otra... nos desvanecemos... En una micro un hombre descontrolado parece ciego ante la muerta en esa ola que nos cubrirá con sus tres pisos de alto... Impresiona ante mis ojos la belleza de esa ola, tan cristalina y purificadora, su olor golpea mi nariz juguetona, invitandome a una muerte rápida... como los bañistas que están a lo lejos y son arrastrados a esas fauces que ellos sospechaban que existía, pero que nunca se atrevieron a aceptar... El dueño del bus no quiere parar, mi amenaza de golpearlo hace que detenga la máquina... nadie quiere salir, todos se rindieron, una lágrima cae de mis ojos al reconocer en ellos lo inevitable e inefable; me subí al techo del bus y escale un cerro... Mis manos se llenaban de tierra, las rocas lastimaban mis piernas, sólo sabía que debía subir, subir y subir, sin mirar hacia atrás... llego a un punto plano y sigo subiendo. Ya más arriba un hombre, un verdugo estaba oculto en una casa mirando al mar... sus ropas de cuero que debajan sus partes nobles al descubierto me estremecieron de miedo, no quería ser un condenado... me sonrie y me invita a observar por la ventana, me dice que no me alcanzará porque tengo otro asunto que resolver... Tomo mi celular, llamo a esa familiar y le digo: llegaste a la casa?, ella me responde: si, estoy a punto de escapar, veo la ola a lo lejos... ¿te saco algo? y le dije... hay un bolso de supervivencia en mi habitación, tómalo, tiene comida, mantas y agua... toma también mi bokuto... podría servirte. Nos vemos. Nos vemos... Mi corazón no sabe si llorar o gritar, el verdugo guarda silencio y se aleja como testigo de muerte... Una presencia aparece... me da la espalda y yo aparezco dándole la espalda a mi yo onírico, "Esta prueba ha terminado, despierta"... sólo lo miro como si fuera una presencia conocida, pero aún no se su nombre.
Sunday, October 10, 2010
Quisiera pero no
Ahora sola me hallo en silencio, las voces que toman mi energía fueron alejadas por ese campo de fuerza dorado de mi naturaleza astral...
Ahora sola me hallo con este predicamento, que más que un proyecto es aceptar que estando cerca eres un ser que vive a lo lejos...
que ya no tenemos recuerdos...
que solo tenemos deseo...
Pense que había tenido un triunfo, el olvido que a ratos daban calma a mi corazón...
una palabra, una canción... una pluma cayendo entre mis dedos...
eran excusa para tu recuerdo.
La ansiedad me consume, los sentimientos se mezclan como un menjurge de muerte...
Quisiera gritar...
Quisiera llorar...
Quisiera volar...
Lucho por liberarte... pero te siento entre mi sien y mis caderas...
y el corazón me late entre rabia, odio y pasión.
Una espada toca mis dedos, la envaino buscando la muerte del recuerdo...
Mi uniforme blanco, con una hakama mortuoria... abro mi pecho entre las vendas de la sobrevivencia a tu desprecio...
Un beso de la muerte que fue beso de traición para otro...
Ya no estás...
La kodashi se me presenta junto con un samurai de armadura blanca y negra,
me ofrece sanación, redención... comienzo...
Miro hacia atrás a todas esas caricias olvidadas, al sudor que me produce cuando tocaste mis caderas, cuando sujetabas mis labios suplicando porque esto no se terminara... Yo ya sabía que era el adiós.
Ahora el mundo no se ha termiando, ni nos vemos entre la encrucijada de los que aman y no... mi problema no es que ya no te ame sino...
el que no puedo sacarte de mis entrañas...
despiertas ese chakra desde lo blanco a lo rojo... desde la fuerza dorada del dragon que busco, hasta las alas invisibles que me llevarán a la redención de muchos...
En mi destino de proteger a otros, hasta mi muerte.
No me queda más que entrenar,
no me queda más que agradecer tu existencia...
no me queda mas que vivir con el corazon partido...
no llorar porque no hablamos de muertos...
Sin deseo, sin meta, la mente en blanco es la que al samurai se le da para desenvainar la espada... Esa seducción del filo que corta la carne por el deseo de proteger al que está fuera del combate.
Todo lo que soy ahora fue el comienzo que tu me diste, con tu pasión de guerrero...
tus palabras cortantes y tus caricias llenas de deseo.
Ya no hay cuestionamientos...
Ya no hay celos...
Ya no hay olvido...
Sólo mi espada y esta mirada de pantera que me heredaste.
Mis cabellos negros se mecen al viento y decido finalmente... dejar la kodashi, vencer a la promesa de una vida nueva, porque esta es mejor al haber sabido de la tuya.
Ahora sola me hallo con este predicamento, que más que un proyecto es aceptar que estando cerca eres un ser que vive a lo lejos...
que ya no tenemos recuerdos...
que solo tenemos deseo...
Pense que había tenido un triunfo, el olvido que a ratos daban calma a mi corazón...
una palabra, una canción... una pluma cayendo entre mis dedos...
eran excusa para tu recuerdo.
La ansiedad me consume, los sentimientos se mezclan como un menjurge de muerte...
Quisiera gritar...
Quisiera llorar...
Quisiera volar...
Lucho por liberarte... pero te siento entre mi sien y mis caderas...
y el corazón me late entre rabia, odio y pasión.
Una espada toca mis dedos, la envaino buscando la muerte del recuerdo...
Mi uniforme blanco, con una hakama mortuoria... abro mi pecho entre las vendas de la sobrevivencia a tu desprecio...
Un beso de la muerte que fue beso de traición para otro...
Ya no estás...
La kodashi se me presenta junto con un samurai de armadura blanca y negra,
me ofrece sanación, redención... comienzo...
Miro hacia atrás a todas esas caricias olvidadas, al sudor que me produce cuando tocaste mis caderas, cuando sujetabas mis labios suplicando porque esto no se terminara... Yo ya sabía que era el adiós.
Ahora el mundo no se ha termiando, ni nos vemos entre la encrucijada de los que aman y no... mi problema no es que ya no te ame sino...
el que no puedo sacarte de mis entrañas...
despiertas ese chakra desde lo blanco a lo rojo... desde la fuerza dorada del dragon que busco, hasta las alas invisibles que me llevarán a la redención de muchos...
En mi destino de proteger a otros, hasta mi muerte.
No me queda más que entrenar,
no me queda más que agradecer tu existencia...
no me queda mas que vivir con el corazon partido...
no llorar porque no hablamos de muertos...
Sin deseo, sin meta, la mente en blanco es la que al samurai se le da para desenvainar la espada... Esa seducción del filo que corta la carne por el deseo de proteger al que está fuera del combate.
Todo lo que soy ahora fue el comienzo que tu me diste, con tu pasión de guerrero...
tus palabras cortantes y tus caricias llenas de deseo.
Ya no hay cuestionamientos...
Ya no hay celos...
Ya no hay olvido...
Sólo mi espada y esta mirada de pantera que me heredaste.
Mis cabellos negros se mecen al viento y decido finalmente... dejar la kodashi, vencer a la promesa de una vida nueva, porque esta es mejor al haber sabido de la tuya.
Saturday, October 02, 2010
Comienzo
Los gritos que claman por cambio me destruyen el valor de mi frente...
las lágrimas brotan como un anticipo del dolor silencioso...
Llora ahora porque lo que se viene se necesita gente fuerte,
ya no queda tiempo...
ya no queda tiempo!!!!
mi cuerpo fisico, espiritual y astral deben conjugarse en esa verdad...
de la no muerte en el corazon entregado al amor.
Pronto partiremos y yo aún no sé si mi capa será blanca o negra...
ya no pienses, solo siente...
la respuesta esta tocando mi boca en los labios de quien no deberia besar.
las lágrimas brotan como un anticipo del dolor silencioso...
Llora ahora porque lo que se viene se necesita gente fuerte,
ya no queda tiempo...
ya no queda tiempo!!!!
mi cuerpo fisico, espiritual y astral deben conjugarse en esa verdad...
de la no muerte en el corazon entregado al amor.
Pronto partiremos y yo aún no sé si mi capa será blanca o negra...
ya no pienses, solo siente...
la respuesta esta tocando mi boca en los labios de quien no deberia besar.
Sunday, September 26, 2010
Despertar
Era un día de frío donde mis manos eran cobijadas por unos guantes rojos como la sangre que el cuerpo intentaba hacer caminar a pesar de los desafríos gravitarios, anímicos y térmicos. Era un día tranquilo sin mayor diferencia a los anteriores... me reuniré con él... "vaya... me hubiese gustado tener que decir que era una cita romántica, pero lo romántico era la historia que me iba a contar o la verdad que me iba a despertar de este letargo llamado miedo...".
"¿Qué hora será? En este tiempo o en el de mi yo paralelo en universo alterno...". Las gaviotas vuelan pidiendo un poco de alimento, los árboles flamean como banderas cantando al son del viento que silva en silencio, pero mis oidos lo escuchan... siempre escucho, siempre siento y la sensación de presión en mi frente y corazón me aterrorizan, siento la energía de las personas consumiendo, consumiéndose, consumiéndome... la vida me lleva hacia un camino que desconozco... era tan débil, ahora estoy tranquila luego de decir "sí, creo"...
Ahi viene él, con un polerón negro, unos jeans algo grandes para su contextura, unas zapatillas cómodas y el caminar despreocupado pero atento... Hay gitanas cerca. Toca a un perro que con su cola danzante pide algo de cariño, al verme me saluda y luego dice: "Ellos siempre piden amor, no necesitan nada más que una palmadita y que uno los acompañe". Yo no sé qué esperar, después de lo que me pasó anoche, ya cualquier cosa es posible.
Bienvenida al mundo de los locos, de los que decimos sí, abrimos la mente cuando muchos aún la tienen cerrada... ya no hay vuelta atrás, después de tu sueño... no hay retorno.
Así supe de la historia que siempre sospeché, de las sensaciones que siempre sentí pero por temor guarde silencio y las ignoraba, no eran dolores de cabeza, no eran locuras mías... era el comienzo de un todo que cada día se haría más impresionante, más poderoso pero a la vez más doloroso. Rompí con tantas estructuras que por unos días quedé a la deriva, sobreviví con la ayuda de "mi maestro" que en las noches iba en mi busca para enseñarme la paz del corazón y que el amor no es sólo el que profesamos a la familia, amigos, eros... amor es esencia, son los hilos que nos conectan en el universo y por lo que es posible que todos tengamos acceso a ese poder que es de todos y no es de nadie.
"Siempre pienso si lo que siento es verdadero", le digo a este hombre de ojos azules profundos, no hay secretos para una persona como él.
"No hagas preguntas irrelevantes...", me comenta él entre medio de su relato extraordinario pero lógico.
"Una vez leí en el budismo que muchas de las preguntas que nos hacemos y nos llevan al dolor más que pedir respuestas nos muestran nuestro ego, nuestro profundo egoísmo... cuando hago esas preguntas he de reconocer que soy una egoísta".
"Felicidades, has dado un gran paso, ahora abandona el egoísmo".
"Te quiero mucho hermano...".
"Yo igual, tendremos que seguir entrenando...".
La esfera de cristal que fuimos tú y yo en esos instantes, como si hablasemos un código secreto que todos conoces se rompe porque nuestra misión no es crear burbujas sino abrirnos al amor del universo, a la luz, ser luz... amar porque de eso estamos hechos y ese es nuestro gran aprendizaje.
Hacía frío ese día, así que decidimos no ir a meditar a la playa, por alguna razón directamente nunca aprendí de él a meditar pero cuando ahora lo hago siento que él me enseñó, supongo que será una proyección de sus deseos por verme crecer, como quiere que todos los que estamos conectados crezcamos.
Seguimos caminando juntos, conversando temas cotidianos, nos separamos con un beso en la mejilla y nos fuimos seguros de que nuestros caminos volverían a encontrarnos.
"¿Qué hora será? En este tiempo o en el de mi yo paralelo en universo alterno...". Las gaviotas vuelan pidiendo un poco de alimento, los árboles flamean como banderas cantando al son del viento que silva en silencio, pero mis oidos lo escuchan... siempre escucho, siempre siento y la sensación de presión en mi frente y corazón me aterrorizan, siento la energía de las personas consumiendo, consumiéndose, consumiéndome... la vida me lleva hacia un camino que desconozco... era tan débil, ahora estoy tranquila luego de decir "sí, creo"...
Ahi viene él, con un polerón negro, unos jeans algo grandes para su contextura, unas zapatillas cómodas y el caminar despreocupado pero atento... Hay gitanas cerca. Toca a un perro que con su cola danzante pide algo de cariño, al verme me saluda y luego dice: "Ellos siempre piden amor, no necesitan nada más que una palmadita y que uno los acompañe". Yo no sé qué esperar, después de lo que me pasó anoche, ya cualquier cosa es posible.
Bienvenida al mundo de los locos, de los que decimos sí, abrimos la mente cuando muchos aún la tienen cerrada... ya no hay vuelta atrás, después de tu sueño... no hay retorno.
Así supe de la historia que siempre sospeché, de las sensaciones que siempre sentí pero por temor guarde silencio y las ignoraba, no eran dolores de cabeza, no eran locuras mías... era el comienzo de un todo que cada día se haría más impresionante, más poderoso pero a la vez más doloroso. Rompí con tantas estructuras que por unos días quedé a la deriva, sobreviví con la ayuda de "mi maestro" que en las noches iba en mi busca para enseñarme la paz del corazón y que el amor no es sólo el que profesamos a la familia, amigos, eros... amor es esencia, son los hilos que nos conectan en el universo y por lo que es posible que todos tengamos acceso a ese poder que es de todos y no es de nadie.
"Siempre pienso si lo que siento es verdadero", le digo a este hombre de ojos azules profundos, no hay secretos para una persona como él.
"No hagas preguntas irrelevantes...", me comenta él entre medio de su relato extraordinario pero lógico.
"Una vez leí en el budismo que muchas de las preguntas que nos hacemos y nos llevan al dolor más que pedir respuestas nos muestran nuestro ego, nuestro profundo egoísmo... cuando hago esas preguntas he de reconocer que soy una egoísta".
"Felicidades, has dado un gran paso, ahora abandona el egoísmo".
"Te quiero mucho hermano...".
"Yo igual, tendremos que seguir entrenando...".
La esfera de cristal que fuimos tú y yo en esos instantes, como si hablasemos un código secreto que todos conoces se rompe porque nuestra misión no es crear burbujas sino abrirnos al amor del universo, a la luz, ser luz... amar porque de eso estamos hechos y ese es nuestro gran aprendizaje.
Hacía frío ese día, así que decidimos no ir a meditar a la playa, por alguna razón directamente nunca aprendí de él a meditar pero cuando ahora lo hago siento que él me enseñó, supongo que será una proyección de sus deseos por verme crecer, como quiere que todos los que estamos conectados crezcamos.
Seguimos caminando juntos, conversando temas cotidianos, nos separamos con un beso en la mejilla y nos fuimos seguros de que nuestros caminos volverían a encontrarnos.
Monday, September 20, 2010
En silencio
Nuestras manos se separan entre los escombros de un mundo desmoronándose...
no me importa el mundo más allá de sus flores, el ecosistema que se me ecomendó proteger... proteger porque desde el amor que te profeso en silencio, el mundo es más hermoso pero a la vez sumido en un dolor que mis labios no tienen permitido expresar...
Nuestras manos estuvieron juntas debajo de mesas, retratos olvidados, recuerdos que se despidieron al gritarnos el adiós ingrato...
y la vida sigue... y nuestra manos se van separando.
Nuestras manos están llenas de heridas, las tuyas de guerra, las mías de entrenamientos y lavados constantes de ropa y trastos...
Nuestras manos son hermosas porque como imanes quieren juntarse, pero a la vez se repelen por protegerse una a la otra de que sean cortadas las alas...
Nuestras manos están vacías pero a la vez llenas porque el amor... significa libertad y tu... queridas manos mias, ya no lo son más...
no me importa el mundo más allá de sus flores, el ecosistema que se me ecomendó proteger... proteger porque desde el amor que te profeso en silencio, el mundo es más hermoso pero a la vez sumido en un dolor que mis labios no tienen permitido expresar...
Nuestras manos estuvieron juntas debajo de mesas, retratos olvidados, recuerdos que se despidieron al gritarnos el adiós ingrato...
y la vida sigue... y nuestra manos se van separando.
Nuestras manos están llenas de heridas, las tuyas de guerra, las mías de entrenamientos y lavados constantes de ropa y trastos...
Nuestras manos son hermosas porque como imanes quieren juntarse, pero a la vez se repelen por protegerse una a la otra de que sean cortadas las alas...
Nuestras manos están vacías pero a la vez llenas porque el amor... significa libertad y tu... queridas manos mias, ya no lo son más...
Wednesday, September 01, 2010
Cuatro elementos
Tierra... la madre que me dio la vida, la poseedora del saber universal, el sostén de los vivos, la receptora de mis pisadas y tropiezos, el primer camino del guerrero...
postura, seguridad, firmeza, amor... Tierra... dame el espacio para continuar...
Agua... en movimiento constante, sensible, profunda, destructora y moldeable... el refugio de mis lágrimas, la fuente de mis miedos, el movimiento de las muñecas con la espada, el danzar del río en constante devenir... Agua... dame la coordinación y percepción para continuar...
Fuego... es vida, destrucción, pasión, el amor en su expresión explosiva... de las cenizas surge lo nuevo, se aviva con ligereza, es fuerza en su esencia... Fuego... dame esa fuerza y la decisión que supera el espíritu de un guerrero para poder continuar...
Aire... ligereza, libertad, espiritualidad, la proveedora del aliento de los vivos, la destructora de lo estático, energía... Aire... dame tu rapidez, templanza y soltura para poder continuar...
El corazón del guerrero que toma la espada debe lograr una comunión con la naturaleza, porque es a ella a quien sirve, es la esencia del amor, de la protección y la luz... Manejar los elementos no significa poseerlos sino comprenderlos, sentirlos... amarlos.
postura, seguridad, firmeza, amor... Tierra... dame el espacio para continuar...
Agua... en movimiento constante, sensible, profunda, destructora y moldeable... el refugio de mis lágrimas, la fuente de mis miedos, el movimiento de las muñecas con la espada, el danzar del río en constante devenir... Agua... dame la coordinación y percepción para continuar...
Fuego... es vida, destrucción, pasión, el amor en su expresión explosiva... de las cenizas surge lo nuevo, se aviva con ligereza, es fuerza en su esencia... Fuego... dame esa fuerza y la decisión que supera el espíritu de un guerrero para poder continuar...
Aire... ligereza, libertad, espiritualidad, la proveedora del aliento de los vivos, la destructora de lo estático, energía... Aire... dame tu rapidez, templanza y soltura para poder continuar...
El corazón del guerrero que toma la espada debe lograr una comunión con la naturaleza, porque es a ella a quien sirve, es la esencia del amor, de la protección y la luz... Manejar los elementos no significa poseerlos sino comprenderlos, sentirlos... amarlos.
Saturday, August 21, 2010
Tormenta
El día en que los soles se conecten en el deslizar de mis dedos...
el agua se volverá esencia de mi deseo de curar con el corazon...
el fuego será el aliento de mi amor contenido...
el aire irá rotando en mis piernas para volar sobre el inmenso mar que se tragará todo...
Suban... suban...
La tierra girará en torno a su propio eje, como una bailarina de la muerte...
Los corazones no preparados pedirán auxilio al dios que mejor les solucione el dolor...
los corazones preparados vivirán tranquilos, con el aprendizaje del dolor...
con la esperanza y la fuerza que les otorga el amor...
Lo dijeron los hopis, lo dijeron mayas... lo dijo mi corazón el día que despertó de su letargo a los 3 años cuando una guadaña me dijo que la consciencia transforma todo, y todo es de todos y todo es de nadie... y nadie... tampoco existe.
Vivimos de nuestro aprendizaje, del corazón deseoso de amar... amo porque de conexiones de amor está hecho el universo, amo porque la tierra me conoce, amo porque venceré a la muerte ya que en este mundo nada se crea ni se destruye... solo se transforma.
Creo que lo que llaman coincidencia o normalidad es sólo el diálogo insípido de un espíritu que no trasciende... las aves cantan, el mar me habla, el mar nos habla un idioma que sólo el corazón entiende.
Nuestros destinos ya están fijados en esta ruta de aprendizaje, seamos felices porque no estamos solos, seamos felices porque el tiempo no es más real que lo que tocamos con la punta de nuestra nariz...
seamos felices porque tenemos la capacidad de amar, cambiar, mejorar, luchar... porque yo al igual que muchos... seremos los protectores de luz de los corazones que aman.
el agua se volverá esencia de mi deseo de curar con el corazon...
el fuego será el aliento de mi amor contenido...
el aire irá rotando en mis piernas para volar sobre el inmenso mar que se tragará todo...
Suban... suban...
La tierra girará en torno a su propio eje, como una bailarina de la muerte...
Los corazones no preparados pedirán auxilio al dios que mejor les solucione el dolor...
los corazones preparados vivirán tranquilos, con el aprendizaje del dolor...
con la esperanza y la fuerza que les otorga el amor...
Lo dijeron los hopis, lo dijeron mayas... lo dijo mi corazón el día que despertó de su letargo a los 3 años cuando una guadaña me dijo que la consciencia transforma todo, y todo es de todos y todo es de nadie... y nadie... tampoco existe.
Vivimos de nuestro aprendizaje, del corazón deseoso de amar... amo porque de conexiones de amor está hecho el universo, amo porque la tierra me conoce, amo porque venceré a la muerte ya que en este mundo nada se crea ni se destruye... solo se transforma.
Creo que lo que llaman coincidencia o normalidad es sólo el diálogo insípido de un espíritu que no trasciende... las aves cantan, el mar me habla, el mar nos habla un idioma que sólo el corazón entiende.
Nuestros destinos ya están fijados en esta ruta de aprendizaje, seamos felices porque no estamos solos, seamos felices porque el tiempo no es más real que lo que tocamos con la punta de nuestra nariz...
seamos felices porque tenemos la capacidad de amar, cambiar, mejorar, luchar... porque yo al igual que muchos... seremos los protectores de luz de los corazones que aman.
Sunday, August 08, 2010
Preguntas
¿Me amas?
Que pregunta más egoísta...
¿Me recuerdas?
No me preguntes si no estás dispuesto a aceptar las dos opciones...
¿Volveremos a vernos?
No me pidas ver las acciones que dependen de tus decisiones...
El corazón está cercano al universo, porque es el universo quien vive dentro de él...
las estrellas nos llaman a apagar el cielo de bombillas y rascacielos...
Mis manos me llaman a liberarte y no esperar tu regreso.
La espada que ciño en mi cinto, es mi leal compañera...
sabe que debo dejar las preguntas irrelevantes,
esas preguntas que sólo surgen por el dolor y el autocompadecimiento...
esas preguntas que sólo dan esperanza falsa porque la realidad depende de las acciones de otro.
Mi corazón se siente tranquilo...
porque busca las preguntas correctas... porque sabe que estas no siempre tienen respuesta...
porque su existencia... está sólo para recordarnos...
que aún seguimos vivos.
Que pregunta más egoísta...
¿Me recuerdas?
No me preguntes si no estás dispuesto a aceptar las dos opciones...
¿Volveremos a vernos?
No me pidas ver las acciones que dependen de tus decisiones...
El corazón está cercano al universo, porque es el universo quien vive dentro de él...
las estrellas nos llaman a apagar el cielo de bombillas y rascacielos...
Mis manos me llaman a liberarte y no esperar tu regreso.
La espada que ciño en mi cinto, es mi leal compañera...
sabe que debo dejar las preguntas irrelevantes,
esas preguntas que sólo surgen por el dolor y el autocompadecimiento...
esas preguntas que sólo dan esperanza falsa porque la realidad depende de las acciones de otro.
Mi corazón se siente tranquilo...
porque busca las preguntas correctas... porque sabe que estas no siempre tienen respuesta...
porque su existencia... está sólo para recordarnos...
que aún seguimos vivos.
Friday, August 06, 2010
Bella durmiente
El semblante sereno... los ojos cerrados... enfrascados en deseos perdidos,
ya no le tiene miedo al sueño,
porque su corazón se le ha devuelto. Su destino lo conoce, la muerte tiene rostro...
pero su sueño le enseña a disfrutar el camino.
Tus manos la tocan, ella sabe que la amas, que tus ojos se insertan en los suyos como si fueran dos eclipses escondidéndose en la oscuridad,
las miradas los acusan, pero el delito fue pasado...
Ahora cada vida retoma su camino, ella sueña con su muerte, con el sacrificio que se vio envuelta en la imagen de dos manos liberando el ave que robó su corazón.
Ya no hay lágrimas porque el dolor se volvió esperanza,
la esperanza que no se llama reencuentro sino deceso, la lluvia de desastres que asolaran sus vidas para quitar las de varios...
El sol se apagará porque no lo miramos en demasía,
los niños llorarán porque no cuidamos su futuro...
los adultos darán suspiros de cansancio... porque lucharon por lo urgente y no lo importante.
La mujer sigue durmiendo, en una cárcel blanca como lágrimas de leche...
Ella sabe que el día de su liberación, el corazón llenará sus tres tazas, sus tres guerreros... sus tres dolores.
El hombre no puede dejar de tocar sus caderas desnudas, pero su miedo le impide reconocerse acreedor de ella, ella saca sus alas... abre sus ojos y vuela...
con el dragón dorado que enfunda su espada.
ya no le tiene miedo al sueño,
porque su corazón se le ha devuelto. Su destino lo conoce, la muerte tiene rostro...
pero su sueño le enseña a disfrutar el camino.
Tus manos la tocan, ella sabe que la amas, que tus ojos se insertan en los suyos como si fueran dos eclipses escondidéndose en la oscuridad,
las miradas los acusan, pero el delito fue pasado...
Ahora cada vida retoma su camino, ella sueña con su muerte, con el sacrificio que se vio envuelta en la imagen de dos manos liberando el ave que robó su corazón.
Ya no hay lágrimas porque el dolor se volvió esperanza,
la esperanza que no se llama reencuentro sino deceso, la lluvia de desastres que asolaran sus vidas para quitar las de varios...
El sol se apagará porque no lo miramos en demasía,
los niños llorarán porque no cuidamos su futuro...
los adultos darán suspiros de cansancio... porque lucharon por lo urgente y no lo importante.
La mujer sigue durmiendo, en una cárcel blanca como lágrimas de leche...
Ella sabe que el día de su liberación, el corazón llenará sus tres tazas, sus tres guerreros... sus tres dolores.
El hombre no puede dejar de tocar sus caderas desnudas, pero su miedo le impide reconocerse acreedor de ella, ella saca sus alas... abre sus ojos y vuela...
con el dragón dorado que enfunda su espada.
Sunday, August 01, 2010
Cambios
Como un grito en la cabeza, la razon explota en mis sienes...
El corazón toma la posesión de la espada.
Hace muchos años, una niña entre el barro y la plastilina, tocaba los árboles en búsqueda de palabras... miraba a las otras, llena de alegría y sencillez
ella quería beber de lo sencillo, pero los caminos tenían el encierro de un enigma con una cerradura de miedo.
Los silencios mortifican al que no es capaz de aguantar el dolor, el dolor puede esparcirse en un respiro, en el fluir de la luz de uno mismo... sus ojos se llenaban de oscuridad, como su manos de libros, papeles y lapices mordidos.
Soñaba con el amor, con el poder supremo en sus manos porque la felicidad, según decía, le era esquiva. Tuvo parejas que jamás llenaron lo que un sólo hombre prohibido podía lograr... pero jamás resultó.
Las pesadillas rodeaban su mente junto a la confusión de lágrimas, vestidos rotos, pintura oscura, labios enrojecidos emulando las fantasías vampíricas de cualquier masoquista. La soledad la abrumaba, la inquieta... el corazón se le había apagado.
El maestro, ese ser que con sus manos cálidas rodea enseñando, esperando...
era una esperanza de algo que no entendía por más que lo cuestionara.
El camino de mil vertientes, le ofreció un delta rodeado de tranquilidad, sin fascinación, sin dolor, sin desvelos, solo la grisácea paz que no le pertenecía pero se le permitía robar. Los años pasaron, ya no tocaba árboles con las manos, sólo sabía de celulosa, colores neutros, amor neutro.
La pasión para el guerrero silencioso arde hasta en madera mojada, en cielos congelados, en sonrisas de capas caidas. La pasión la ahogaba como el llamado de un imán gigante, su frente se rodeaba de una luz que la invitaba a la verdad o la locura. Su corazón era débil pero fue sacando fuerzas de las experiencias y los guías que fueron apareciendo en sus caminos, invitándola a músicas, colores y sencaciones nuevas... el dolor era parte del convenio. El dolor la sofoca, el miedo es la cubierta de la llave que debe sacar para abrir la puerta del corazón develado, del cielo en el infierno.
El héroe atrapado en su corazón se limita por su egoísmo, el rechazo la hace especial pero no única, por fin vio en sí misma el reconocimiento de su infinito egoísmo al creer que para ella es el amor, cuando el amor nos rodea a todos y no pertenece a nadie porque su naturaleza no es pertenecencia... Es así como ahora piensa dejar ir al soñador de sus afectos, al corazón que era igual al suyo pero pertenece a otra, porque el tiempo fue esquivo con ellos y ya han robado del que tienen bastante. Es hora de las develaciones, de las lágrimas y la verdad, la verdad de que el corazón debe surgir por fuerza en sí mismo, reconocimiendo que la felicidad no se busca sino es el estado del corazón que opta por agradecer a la vida, reconocer la belleza de las cosas pequeñas y luchar... y luchar por los seres que ama, incluyéndose.
El corazón toma la posesión de la espada.
Hace muchos años, una niña entre el barro y la plastilina, tocaba los árboles en búsqueda de palabras... miraba a las otras, llena de alegría y sencillez
ella quería beber de lo sencillo, pero los caminos tenían el encierro de un enigma con una cerradura de miedo.
Los silencios mortifican al que no es capaz de aguantar el dolor, el dolor puede esparcirse en un respiro, en el fluir de la luz de uno mismo... sus ojos se llenaban de oscuridad, como su manos de libros, papeles y lapices mordidos.
Soñaba con el amor, con el poder supremo en sus manos porque la felicidad, según decía, le era esquiva. Tuvo parejas que jamás llenaron lo que un sólo hombre prohibido podía lograr... pero jamás resultó.
Las pesadillas rodeaban su mente junto a la confusión de lágrimas, vestidos rotos, pintura oscura, labios enrojecidos emulando las fantasías vampíricas de cualquier masoquista. La soledad la abrumaba, la inquieta... el corazón se le había apagado.
El maestro, ese ser que con sus manos cálidas rodea enseñando, esperando...
era una esperanza de algo que no entendía por más que lo cuestionara.
El camino de mil vertientes, le ofreció un delta rodeado de tranquilidad, sin fascinación, sin dolor, sin desvelos, solo la grisácea paz que no le pertenecía pero se le permitía robar. Los años pasaron, ya no tocaba árboles con las manos, sólo sabía de celulosa, colores neutros, amor neutro.
La pasión para el guerrero silencioso arde hasta en madera mojada, en cielos congelados, en sonrisas de capas caidas. La pasión la ahogaba como el llamado de un imán gigante, su frente se rodeaba de una luz que la invitaba a la verdad o la locura. Su corazón era débil pero fue sacando fuerzas de las experiencias y los guías que fueron apareciendo en sus caminos, invitándola a músicas, colores y sencaciones nuevas... el dolor era parte del convenio. El dolor la sofoca, el miedo es la cubierta de la llave que debe sacar para abrir la puerta del corazón develado, del cielo en el infierno.
El héroe atrapado en su corazón se limita por su egoísmo, el rechazo la hace especial pero no única, por fin vio en sí misma el reconocimiento de su infinito egoísmo al creer que para ella es el amor, cuando el amor nos rodea a todos y no pertenece a nadie porque su naturaleza no es pertenecencia... Es así como ahora piensa dejar ir al soñador de sus afectos, al corazón que era igual al suyo pero pertenece a otra, porque el tiempo fue esquivo con ellos y ya han robado del que tienen bastante. Es hora de las develaciones, de las lágrimas y la verdad, la verdad de que el corazón debe surgir por fuerza en sí mismo, reconocimiendo que la felicidad no se busca sino es el estado del corazón que opta por agradecer a la vida, reconocer la belleza de las cosas pequeñas y luchar... y luchar por los seres que ama, incluyéndose.
Tuesday, July 20, 2010
Samurai
Las campanas suenan ante la proximidad del que de sangre devora su vida...
La mirada tranquila en la profundidad de unos ojos negros, la piel tono miel,
los párpados detenidos y el ki dorado...
Las pisadas en esas sandalias tranquilas, la inclinación inexistente,
lo oscuro de sus cabellos tocando su rostro como caricias venenosas...
La flor de sakura perfecta se halla en el alma de la muerte,
la espada compañera y ejecutora del destino de proteger y vencer.
El miedo para el guerrero es una limitante, quita el filo de la espada para volverla contra uno mismo,
el temple de hierro es el alma del guerrero... su lucha: la lealtad a su honor y los suyos.
Soy un samurai con destino y origen en la semilla del mundo, la semilla del amor universal que me conduce a la protección de todos, porque a todos pertenezco.
El amor es mi brújula, la luz mi materia, el deseo mi karma...
Juro protegerte como al daimio que siempre ame pero no puedo tocar,
mi honor es el escudo que me protege de la desesperanza...
mi temple y humildad de guerrero el camino que he de seguir...
como samurai de luz.
La mirada tranquila en la profundidad de unos ojos negros, la piel tono miel,
los párpados detenidos y el ki dorado...
Las pisadas en esas sandalias tranquilas, la inclinación inexistente,
lo oscuro de sus cabellos tocando su rostro como caricias venenosas...
La flor de sakura perfecta se halla en el alma de la muerte,
la espada compañera y ejecutora del destino de proteger y vencer.
El miedo para el guerrero es una limitante, quita el filo de la espada para volverla contra uno mismo,
el temple de hierro es el alma del guerrero... su lucha: la lealtad a su honor y los suyos.
Soy un samurai con destino y origen en la semilla del mundo, la semilla del amor universal que me conduce a la protección de todos, porque a todos pertenezco.
El amor es mi brújula, la luz mi materia, el deseo mi karma...
Juro protegerte como al daimio que siempre ame pero no puedo tocar,
mi honor es el escudo que me protege de la desesperanza...
mi temple y humildad de guerrero el camino que he de seguir...
como samurai de luz.
Saturday, July 17, 2010
Sueños
Atardece y yo deslizo mis pies en la humedad de la arena mezclada con recuerdos y mar...
Las decisiones vuelan en ese sombrero de paja que cubre mis coletas...
Notas renacen desde lo profundo de mis lágrimas de felicidad,
sus palabras son anzuelos colocados para desgarrarme... sus caricias son el perdon de lo hecho sin intensión...
Lo que siento no tiene retorno...
La verdad transita entre mis pisadas juguetonas en ese vestido celeste cielo...
Tengo miedo de perderte, pero el consuelo de que existes...
Amémonos... hasta que nuestros cuerpos queden inhertes y tengamos una nueva oportunidad de reencuentro, en la vida que prosigue.
Las decisiones vuelan en ese sombrero de paja que cubre mis coletas...
Notas renacen desde lo profundo de mis lágrimas de felicidad,
sus palabras son anzuelos colocados para desgarrarme... sus caricias son el perdon de lo hecho sin intensión...
Lo que siento no tiene retorno...
La verdad transita entre mis pisadas juguetonas en ese vestido celeste cielo...
Tengo miedo de perderte, pero el consuelo de que existes...
Amémonos... hasta que nuestros cuerpos queden inhertes y tengamos una nueva oportunidad de reencuentro, en la vida que prosigue.
Thursday, July 15, 2010
Espacio 51
Tus manos empuñando la katana bañada en sangre, la consigna nos dice que si no es saciada por la sangre del enemigo... que entonces sea la propia...
Tus manos empuñando mi cuello con una sonrisa benevolente, mis ojos pierden el sentido cuando es rodeado por tu besos, que ahora son recuerdo.
Tus manos ya no toman más las mias si no es empuñada por una espada o empuñadas en una felicitación eterna...
Tus manos son recuerdo...
Mis pasos tocan tus manos...
Veo tu cuerpo inherte en mis sueños y empuño la espada que fue tuya...
la sangre de ambos se fusiona en un dolor de la felicidad mediana pero correcta.
Tus manos ya no tocan las mías...
Mis manos tocan las tuyas en un beso que nunca pasará.
Debo confesarte, que el agua con la que limpio tus heridas es el reconocimiento de mi amor en lágrimas...
De esa apertura del alma que en esta agua me permite continuar...
Con tu sangre en mi cuerpo, con tus recuerdos en mi pecho... con tus manos...
en mis pensamientos.
Tus manos empuñando mi cuello con una sonrisa benevolente, mis ojos pierden el sentido cuando es rodeado por tu besos, que ahora son recuerdo.
Tus manos ya no toman más las mias si no es empuñada por una espada o empuñadas en una felicitación eterna...
Tus manos son recuerdo...
Mis pasos tocan tus manos...
Veo tu cuerpo inherte en mis sueños y empuño la espada que fue tuya...
la sangre de ambos se fusiona en un dolor de la felicidad mediana pero correcta.
Tus manos ya no tocan las mías...
Mis manos tocan las tuyas en un beso que nunca pasará.
Debo confesarte, que el agua con la que limpio tus heridas es el reconocimiento de mi amor en lágrimas...
De esa apertura del alma que en esta agua me permite continuar...
Con tu sangre en mi cuerpo, con tus recuerdos en mi pecho... con tus manos...
en mis pensamientos.
Thursday, July 08, 2010
Quebrado
Kamae... los camiones pasan como agua en el río... tocan mis ropas, no mojan, cortan.
Kamae... vientos del sur llevando el petróleo a nuestros ojos, las rocas se rompen con los llantos de los no vivos...
Kamae... el sol no conoce un mañana, la Luna espera deseosa para seducir a la eterna noche.
Kamae... la sangre brota, el dolor es indoloro, tu rechazo ya no mata más a los muertos.
Kamae... un sueño roto.
Kamae... quiero sentir el dorado en mi cuerpo, la sangre del fuerte que bebí en un engaño al destino...
Kamae... kiai... corte.
Kamae... vientos del sur llevando el petróleo a nuestros ojos, las rocas se rompen con los llantos de los no vivos...
Kamae... el sol no conoce un mañana, la Luna espera deseosa para seducir a la eterna noche.
Kamae... la sangre brota, el dolor es indoloro, tu rechazo ya no mata más a los muertos.
Kamae... un sueño roto.
Kamae... quiero sentir el dorado en mi cuerpo, la sangre del fuerte que bebí en un engaño al destino...
Kamae... kiai... corte.
Wednesday, June 23, 2010
Ojos cerrados
Algunas veces... cuando mi boca sueña tocar la tuya, pienso que somos bestias salvajes tragándonos el dolor...
Algunas veces... la lluvia cae por mi ventana y creo que a esas aguas... nosotros pertenecimos,
Siempre... cuando cierro los sueños y dejo posar las lágrimas en mis mejillas, un filo atraviesa mi corazón... calmándolo porque es el consuelo que nosotros en algún momento, como esta agua que nos baña cada invierno, fuimos uno, pero ahora, debemos dispersarnos para proveer de vida a quienes nos rodean.
Soy tu vaina y tu mi espada...
atravesemos el cadalzo y volveremos a esa paz del renacer.
Algunas veces... la lluvia cae por mi ventana y creo que a esas aguas... nosotros pertenecimos,
Siempre... cuando cierro los sueños y dejo posar las lágrimas en mis mejillas, un filo atraviesa mi corazón... calmándolo porque es el consuelo que nosotros en algún momento, como esta agua que nos baña cada invierno, fuimos uno, pero ahora, debemos dispersarnos para proveer de vida a quienes nos rodean.
Soy tu vaina y tu mi espada...
atravesemos el cadalzo y volveremos a esa paz del renacer.
Sunday, June 20, 2010
Fotografía
Los días se hacen eternos, cuando ya no hay más imágenes en mi cuerpo...
mis sueños decaen, mis huesos se erosionan en un lamento sin tregua,
ese fragmento de memoria que ya pasó y me da un consuelo...
que la felicidad fue verdadera y clara como la voz de tus palabras de adiós...
duras y verdaderas...
como esta imagen rota... de tu recuerdo...
mis sueños decaen, mis huesos se erosionan en un lamento sin tregua,
ese fragmento de memoria que ya pasó y me da un consuelo...
que la felicidad fue verdadera y clara como la voz de tus palabras de adiós...
duras y verdaderas...
como esta imagen rota... de tu recuerdo...
Friday, June 18, 2010
Mariposas de la muerte
A nuestras sonrisas esquivas...
las manos rozándose entre las sombras... las miradas que nos condenan a creer en la promesa de un futuro alejado de la vida...
Mariposas de la muerte, con su aleteo negro, rodeando mis manos de guerrero derrotado,
tengan la piedad de llevarme con ustedes, en este dolor silencioso,
el que padecemos por ser justos y buenos.
Mariposa de la muerte, dulce y bendecida...
quiero verlo, proteger la fragilidad de su vida con la mia, derramar la sangre del sacrificio en agradecimiento a esos recuerdos valiosos que nadie nos arrebatará...
Mariposas de la muerte, que se posaron como testigos en la lluvia de nuestro adiós...
sin un último beso, ni una caricia...
solo palabras clavadas en la verdad de la lucha de estos guerreros...
con caminos distintos.
las manos rozándose entre las sombras... las miradas que nos condenan a creer en la promesa de un futuro alejado de la vida...
Mariposas de la muerte, con su aleteo negro, rodeando mis manos de guerrero derrotado,
tengan la piedad de llevarme con ustedes, en este dolor silencioso,
el que padecemos por ser justos y buenos.
Mariposa de la muerte, dulce y bendecida...
quiero verlo, proteger la fragilidad de su vida con la mia, derramar la sangre del sacrificio en agradecimiento a esos recuerdos valiosos que nadie nos arrebatará...
Mariposas de la muerte, que se posaron como testigos en la lluvia de nuestro adiós...
sin un último beso, ni una caricia...
solo palabras clavadas en la verdad de la lucha de estos guerreros...
con caminos distintos.
Wednesday, June 16, 2010
aishteru
Aunque la sangre corra entre los ríos que nos baña como último destino...
Aunque los clanes del destino ya nos dijeran que el final comienza con el renacer...
Aunque el viaje de nuestros cuerpos tenga un retorno infinito...
Aunque la brisa que me espera no sea la misma que toque tus alas...
Aunque tu, lobo expectante, me dañes con tu verdad...
Yo, cual pantera sedienta de sangre, ire a buscarte...
Si en el camino de la espada hemos de reunirnos, cual guerreros en busca de la flor de cerezo...
Retornare hasta que el sudor del hachimaki se vuelva sangre,
el tenugi salga del dolor...
la coraza enreje mi corazon deseoso de tus besos,
pero de mi cuerpo no salga más que esos cuatro preceptos...espíritu-espada-cuerpo-movimiento...
y cual dragón dorado...
me den el vuelo y el corte perfecto.
Aunque los clanes del destino ya nos dijeran que el final comienza con el renacer...
Aunque el viaje de nuestros cuerpos tenga un retorno infinito...
Aunque la brisa que me espera no sea la misma que toque tus alas...
Aunque tu, lobo expectante, me dañes con tu verdad...
Yo, cual pantera sedienta de sangre, ire a buscarte...
Si en el camino de la espada hemos de reunirnos, cual guerreros en busca de la flor de cerezo...
Retornare hasta que el sudor del hachimaki se vuelva sangre,
el tenugi salga del dolor...
la coraza enreje mi corazon deseoso de tus besos,
pero de mi cuerpo no salga más que esos cuatro preceptos...espíritu-espada-cuerpo-movimiento...
y cual dragón dorado...
me den el vuelo y el corte perfecto.
Sunday, June 13, 2010
Examinar...
En esa calle sin fondo... donde las líneas se pierden en un espejo que se refleja en el infinito...
la sombra de tu pasado, quiere ser mi presente...
ya no tengo miedo: a las manos inquietas de la noche...
ya no tengo recelo... de los llantos de la injusticia...
El constructo de la cultura que nos baña, cual eterno fulgor...
es un soplo que olvido ante tu sonrisa, tu encanto de soñador...
Aunque de frente la realidad no sea nuestra, ni el destino un camino que podremos trazar unidos,
el hilo del silvido en mi frente, el rojo de nuestra promesa
la sabrá ver la muerte, en mi último suspiro...
en las confesiones que hasta ese día sólo serán susurro.
la sombra de tu pasado, quiere ser mi presente...
ya no tengo miedo: a las manos inquietas de la noche...
ya no tengo recelo... de los llantos de la injusticia...
El constructo de la cultura que nos baña, cual eterno fulgor...
es un soplo que olvido ante tu sonrisa, tu encanto de soñador...
Aunque de frente la realidad no sea nuestra, ni el destino un camino que podremos trazar unidos,
el hilo del silvido en mi frente, el rojo de nuestra promesa
la sabrá ver la muerte, en mi último suspiro...
en las confesiones que hasta ese día sólo serán susurro.
Monday, June 07, 2010
Sin título
Se ocultó la luz que siempre nos ilumina, abriéndose el mar que arrasó con esos cuerpos calientes que pedían misericordia, niños... madres... padres, gente que en un tiempo atrás jugaban con la tierra, arañandola con los residuos descuidados, las pisadas indolentes en ese pasto que día a día lloraba. La piel ennegrecida por el fuego de la boca de los volcanes, la advertencia que nadie supo ver pero todos olieron... miren como la tierra llora, me pide su ayuda pero soy una entre millones, entre millones de langostas hambrientas que no entendemos que nuestro paraíso lo hicimos infierno, que no nos pertenece... Es por eso que llegó el día en que esas frías y grises manos arrancaron como raíces putrefactas, lo corazones... cual sin conciencia.
La tierra ya no tiene vida, el pasto se volvió tierra amarilla, huesos y cal... Ya no hay luz de día, ni la bella luna que me bañaba cual cuerpo desnudo hecho leche mecido en la cuna... Tengo miedo de la soledad bien merecida... Maestro, donde estás... No hay cuerpos, sólo vacío, mis piernas están cansadas una capa negra cubre mi sentencia, la decisión de guerrero, ya no es fuerza de flaqueza sino la energía de una espada que no se ve sino se siente en el filo de mi katana. Dame un sueño, un respiro de que todo será mejor. En el corazón tengo el recuerdo de esos días en los cuales todo era presagio, todo era clamor constante por un lugar mejor, gente mejor, plantas felices rodeadas por el perdón de quiénes las lastimaron por creer que al no tener voz, no sentían dolor. Creo que he quedado sorda unos instantes, ya que los rayos de muerte pasan y no me tocan, algunos caen, yo sigo adelante... sólo busco a mi maestro en la tierra, sólo quiero verlo una vez más a los ojos y encontrar la fuerza espartana de los ancestros que luchan hasta el último por sus deseos... busco el destello dorado de su armadura, la pasión y la rabia en sus ojos de lobo; Aún no iré hacia arriba, le digo a las voces de túnicas blancas que quieren llevarme, combate con el filo de mi espada ante un bastón de un viejo conocido: No me iré!, le digo sin más... la figura se aleja llevándose a los demás que sin consciencia, con los pies descalzos, maltraidos, han sobrevivido y se transforman en luces que no sé si volverán a ser cuerpos... Estoy sola... una piscina vacía, un árbol con hojas rojas como la sangre me dicen que no debo ir hacia ese camino, que la muerte ya marchitó todo... pero aún así la persigo.
Ahi estás! el sonido vuelve y me doy cuenta que la sangre fluye de mi frente, pero mis piernas corren como un hermes en busca de su mensaje propio. Sigues en combate mi buen amigo y compañero... Sólo veo tu sonrisa desafiante pidiéndome el valor que siempre me entregaste en cada golpe, entrenamiento y sudor de felicidad... en cada mirada de prueba que me dejó dispuesta para este momento y luchar junto a ti, por los sueños que nosotros y muchos creyeron posible...
Pero era el final de nuestra historia... esos rayos danzantes que rozaron siempre mi cuerpo en un momento ya no lo hicieron, despegaron a mi corazón como quién desea destajarlo para engullirlo con un hálito de rabia y satisfacción... No!... por qué otra vez cruzaste el camino para que la cuerda de mi destino no se cortara... cortaste la tuya... Esto no era lo que quería compartir ni recibir como obsequio más preciado, la oportunidad de la vida a cambio de otra sólo es concedida a los héroes... me dijiste, ese honor lo pediste desde el comienzo de nuestro sendero, de los sueños en donde te vi cruzando firmamentos para cumplir lo tuyo, no quiero... otra vez me dejaste sola con mi fuerza y valor a cuestas. Tomé tu mano, intentando retener lo incorpóreo... sólo me sonreiste como siempre lo habías hecho... me dijiste unas palabras suaves que sólo mis oídos pudieron escuchar... Ahora tomo consciencia del abismo en que está el mundo, de la preparación a otra vida para los que sí respetaron la anterior... El corazón puro no va en las acciones buenas o malas sino en lo que el corazón lleva por delante como tu espada... como tu sueño.
La tierra ya no tiene vida, el pasto se volvió tierra amarilla, huesos y cal... Ya no hay luz de día, ni la bella luna que me bañaba cual cuerpo desnudo hecho leche mecido en la cuna... Tengo miedo de la soledad bien merecida... Maestro, donde estás... No hay cuerpos, sólo vacío, mis piernas están cansadas una capa negra cubre mi sentencia, la decisión de guerrero, ya no es fuerza de flaqueza sino la energía de una espada que no se ve sino se siente en el filo de mi katana. Dame un sueño, un respiro de que todo será mejor. En el corazón tengo el recuerdo de esos días en los cuales todo era presagio, todo era clamor constante por un lugar mejor, gente mejor, plantas felices rodeadas por el perdón de quiénes las lastimaron por creer que al no tener voz, no sentían dolor. Creo que he quedado sorda unos instantes, ya que los rayos de muerte pasan y no me tocan, algunos caen, yo sigo adelante... sólo busco a mi maestro en la tierra, sólo quiero verlo una vez más a los ojos y encontrar la fuerza espartana de los ancestros que luchan hasta el último por sus deseos... busco el destello dorado de su armadura, la pasión y la rabia en sus ojos de lobo; Aún no iré hacia arriba, le digo a las voces de túnicas blancas que quieren llevarme, combate con el filo de mi espada ante un bastón de un viejo conocido: No me iré!, le digo sin más... la figura se aleja llevándose a los demás que sin consciencia, con los pies descalzos, maltraidos, han sobrevivido y se transforman en luces que no sé si volverán a ser cuerpos... Estoy sola... una piscina vacía, un árbol con hojas rojas como la sangre me dicen que no debo ir hacia ese camino, que la muerte ya marchitó todo... pero aún así la persigo.
Ahi estás! el sonido vuelve y me doy cuenta que la sangre fluye de mi frente, pero mis piernas corren como un hermes en busca de su mensaje propio. Sigues en combate mi buen amigo y compañero... Sólo veo tu sonrisa desafiante pidiéndome el valor que siempre me entregaste en cada golpe, entrenamiento y sudor de felicidad... en cada mirada de prueba que me dejó dispuesta para este momento y luchar junto a ti, por los sueños que nosotros y muchos creyeron posible...
Pero era el final de nuestra historia... esos rayos danzantes que rozaron siempre mi cuerpo en un momento ya no lo hicieron, despegaron a mi corazón como quién desea destajarlo para engullirlo con un hálito de rabia y satisfacción... No!... por qué otra vez cruzaste el camino para que la cuerda de mi destino no se cortara... cortaste la tuya... Esto no era lo que quería compartir ni recibir como obsequio más preciado, la oportunidad de la vida a cambio de otra sólo es concedida a los héroes... me dijiste, ese honor lo pediste desde el comienzo de nuestro sendero, de los sueños en donde te vi cruzando firmamentos para cumplir lo tuyo, no quiero... otra vez me dejaste sola con mi fuerza y valor a cuestas. Tomé tu mano, intentando retener lo incorpóreo... sólo me sonreiste como siempre lo habías hecho... me dijiste unas palabras suaves que sólo mis oídos pudieron escuchar... Ahora tomo consciencia del abismo en que está el mundo, de la preparación a otra vida para los que sí respetaron la anterior... El corazón puro no va en las acciones buenas o malas sino en lo que el corazón lleva por delante como tu espada... como tu sueño.
Sunday, June 06, 2010
Espada
Mis manos sudorosas atraviesan el abismo de tu indiferencia...
me proteges con el rechazo hacia mis labios enrojecidos con tu recuerdo...
El filo seduce mis entrañas, los pelos de mi piel se estiran para alcanzarla...
Tus ojos cuando se cierran ante los mios...
La empuñadura quema... la tsuba me contiene...
Tus manos nunca me tocan... aunque intente rozarlas...
La espada si quiere rozarme, tocarme, atrazarme... me acaricia con su aguja que me besa abierta al sueño eterno...
El sueño eterno es una promesa de que la vida contigo será real...
El corte sabe a sangre y veneno...
Una promesa...
Una promesa...
Este es sólo el lugar que me pertenece, al que me debo cuando en ese momento de la vida abri la puerta...
La espada se encuentra con mi piel, la hace llorar con un toque eléctrico de seducción maldita...
Toca mi corazón... como él lo tocó y ahora no respira esperando... valiente e indolente...
Cruza mis órganos y desgarra cada fibra de esta vida para que llegue la otra...
No puedo...
quiero una muerte honorable...
Viviré con la armadura a cuestas y la espada en mi empuñadura, no en mi pecho.
me proteges con el rechazo hacia mis labios enrojecidos con tu recuerdo...
El filo seduce mis entrañas, los pelos de mi piel se estiran para alcanzarla...
Tus ojos cuando se cierran ante los mios...
La empuñadura quema... la tsuba me contiene...
Tus manos nunca me tocan... aunque intente rozarlas...
La espada si quiere rozarme, tocarme, atrazarme... me acaricia con su aguja que me besa abierta al sueño eterno...
El sueño eterno es una promesa de que la vida contigo será real...
El corte sabe a sangre y veneno...
Una promesa...
Una promesa...
Este es sólo el lugar que me pertenece, al que me debo cuando en ese momento de la vida abri la puerta...
La espada se encuentra con mi piel, la hace llorar con un toque eléctrico de seducción maldita...
Toca mi corazón... como él lo tocó y ahora no respira esperando... valiente e indolente...
Cruza mis órganos y desgarra cada fibra de esta vida para que llegue la otra...
No puedo...
quiero una muerte honorable...
Viviré con la armadura a cuestas y la espada en mi empuñadura, no en mi pecho.
Wednesday, June 02, 2010
kin'iro
¿Dónde están esos ojos negros, de lobo espartano...
de mongol desenfrenado...
de apasionado... apasionado...?
Somos fuego que en el grito vierte la fuerza pegada al hachimaki
como extraño tus manos... la presión que en el bambú, la extensión de nuestro espíritu...
se posaba tu cuerpo... en lo interno el destelleno negro que me protege.
Somos fuego... pero cuando odiamos somos hielo...
una piedra destructora del débil e indolente del fuerte...
buscamos al valiente, al luchador y poderoso... pero pecamos de lo que no creemos no entendemos... y lo que no entendemos no queremos...
no me entiendes...
no dejes de quererme...
de mongol desenfrenado...
de apasionado... apasionado...?
Somos fuego que en el grito vierte la fuerza pegada al hachimaki
como extraño tus manos... la presión que en el bambú, la extensión de nuestro espíritu...
se posaba tu cuerpo... en lo interno el destelleno negro que me protege.
Somos fuego... pero cuando odiamos somos hielo...
una piedra destructora del débil e indolente del fuerte...
buscamos al valiente, al luchador y poderoso... pero pecamos de lo que no creemos no entendemos... y lo que no entendemos no queremos...
no me entiendes...
no dejes de quererme...
Kiai
Dedicado a Luis Álvarez.
En una noche hélida de cara opaca y escamosa, teñida por el olor a puerto, marejada y pasado que está lejos... tenía el corazón perturbado, el caminar recogido y la rutina encajada: me habían dejado con la cita perdida y planeaba que hacer con ese tiempo abierto a las posibilidades pero que en el momento no se me ocurría ninguna. Un paso y otro paso entre los charcos de pescado podrido y los perros dormidos, abrigándose unos a otros y yo con frío... mi mente sólo buscaba música, un rastro de vida que fuera algo más que esta calle marchita; cuando entre el enrejado maltrecho de un edificio gastado... alguien grita, grita como si los demonios emergieran de su estómago para verterlos en la boca de otro del cual solo quiere destrucción, el exhalar de una pantera protectora que salía de la ventana, llamándome. Me acerqué temeroso de no ver la muerte en escena o el dolor de alguien a quien no pueda proteger... y estaba esta mujer, mujer pequeña diría yo, delgada, algo achinada con un rostro sudoroso, pero fijo y concentrado... su vestimenta era de otro tiempo... una hakama que la hacía ver pálida como la luna y que se prolongaba en sus pies descalzos pero dispuestos... una armadura que era negra y azulada.. el pelo tapaba su rostro, mas su mirada era fría y serena, como concentrada en ese momento de la vida en que el miedo no tiene cabida, el pensamiento muere como en la caída de una flor de cerezo para darle el paso a la pasión, al espíritu... Su espalda recta y proyectada hasta el metatarso... parecía una esfinge contenida... retuve el aliento... el grito de un tigre no puede salir de ese cuerpo tan pequeño y fragil... ella seguía con la mirada fija hacia un hombre que la esperaba, con su semblante templado, seduciéndola con el shinai apuntando a su garganta y el sudor en su frente, en una frente que no piensa... siente. Entonces un parpadeo... entre los brazos extendidos, las muñecas relajadas y después apretadas, las caderas extendidas, el cuerpo hacia adelante y el grito de fondo... en esos movimientos que no van más allá de un minuto, los cuerpos pasan... imagino que en una situación real alguno habría muerto... pero no entiendo más allá de lo que conozco; sigo expectante con la niña que expulsa su rabia en un grito y se deja llevar como una pluma posándose asesina sobre el otro cuerpo, desafiando a la espada a matarla, antes de que ella lo haga... No... sonrie, es una mujer con mirada de niña... se rie como si lo anterior no fuera nada, su rostro iluminado cambia mi semblante y me dan ganas de conocerla... pero yo estaba del otro lado, de la noche hélida y el piso olor a podrido, sólo me consuela saber que pude encontrar, al otro lado de una ventana, alguien que vive fuera del frío invierno... bañada en su propio fuego.
En una noche hélida de cara opaca y escamosa, teñida por el olor a puerto, marejada y pasado que está lejos... tenía el corazón perturbado, el caminar recogido y la rutina encajada: me habían dejado con la cita perdida y planeaba que hacer con ese tiempo abierto a las posibilidades pero que en el momento no se me ocurría ninguna. Un paso y otro paso entre los charcos de pescado podrido y los perros dormidos, abrigándose unos a otros y yo con frío... mi mente sólo buscaba música, un rastro de vida que fuera algo más que esta calle marchita; cuando entre el enrejado maltrecho de un edificio gastado... alguien grita, grita como si los demonios emergieran de su estómago para verterlos en la boca de otro del cual solo quiere destrucción, el exhalar de una pantera protectora que salía de la ventana, llamándome. Me acerqué temeroso de no ver la muerte en escena o el dolor de alguien a quien no pueda proteger... y estaba esta mujer, mujer pequeña diría yo, delgada, algo achinada con un rostro sudoroso, pero fijo y concentrado... su vestimenta era de otro tiempo... una hakama que la hacía ver pálida como la luna y que se prolongaba en sus pies descalzos pero dispuestos... una armadura que era negra y azulada.. el pelo tapaba su rostro, mas su mirada era fría y serena, como concentrada en ese momento de la vida en que el miedo no tiene cabida, el pensamiento muere como en la caída de una flor de cerezo para darle el paso a la pasión, al espíritu... Su espalda recta y proyectada hasta el metatarso... parecía una esfinge contenida... retuve el aliento... el grito de un tigre no puede salir de ese cuerpo tan pequeño y fragil... ella seguía con la mirada fija hacia un hombre que la esperaba, con su semblante templado, seduciéndola con el shinai apuntando a su garganta y el sudor en su frente, en una frente que no piensa... siente. Entonces un parpadeo... entre los brazos extendidos, las muñecas relajadas y después apretadas, las caderas extendidas, el cuerpo hacia adelante y el grito de fondo... en esos movimientos que no van más allá de un minuto, los cuerpos pasan... imagino que en una situación real alguno habría muerto... pero no entiendo más allá de lo que conozco; sigo expectante con la niña que expulsa su rabia en un grito y se deja llevar como una pluma posándose asesina sobre el otro cuerpo, desafiando a la espada a matarla, antes de que ella lo haga... No... sonrie, es una mujer con mirada de niña... se rie como si lo anterior no fuera nada, su rostro iluminado cambia mi semblante y me dan ganas de conocerla... pero yo estaba del otro lado, de la noche hélida y el piso olor a podrido, sólo me consuela saber que pude encontrar, al otro lado de una ventana, alguien que vive fuera del frío invierno... bañada en su propio fuego.
Monday, May 17, 2010
Un viernes
Nos encontramos una noche de invierno donde las gotas de lluvia caían como notas en un piano, mi corazón se apretaba en esos pequeños guantes infantiles que sostenía un paraguas rojo que combinaban con unos aretes de gato enrojecido, enamorado de lo prohibido. El sol se ocultó... pensé... como las cortinas de lo que no debe verse pero sí sentirse si el destino es lo suficientemente ingrato para regalarme un minuto de felicidad a cambio de infinitos espacios de insomnio y deseo.
Él no sabía de mi presencia, de que su sombra era el espejo donde mis ojos querían posarse sin testigos que testimonien mi pecado. Este encuentro no tuvo tiempo ni espacio porque era la remembranza de algo sucedido pero que en esta vida no podía suceder, no más allá de ese momento... Desde el primer beso que me robaron cuando en realidad desde el pasado lo consentí y lo esperaba con ansia... El espíritu de un guerrero que amo no solo como un amante pasado sino como mi maestro y más grande admiración. No puedo tocarlo pero siempre estoy a su lado, no podía adentrarme en su fuerza y astucia de hombre lobo y yo pantera negra que aún no sabía lo que era ser mujer.
La voz que cada día de mi vida me recuerda el tránsito que debo recorrer, hizo vista amplia para que en esta vida tuviera la experiencia de la felicidad pero con el precio de al menos en esta vida no volver a probarla; acepte con la claridad en mi mente pero el dolor en mi corazón... hemos de vivir lo último a través de lo primero para cada uno así enfrentar a la Moira que desenreda nuestra madeja hasta no dejar una hebra en la respiración.
Hubiera aceptado la muerte con la sonrisa de un samurái en batalla si ese fuera la voluntad de mi querida voz interior, la muerte tocando esa espalda gallarda, rasguñando como fiera sus piernas poderosas, oliendo su piel y tocando sus cabellos negros y la mirada poderosa y desafiante que en días soleados hace que no pueda soportarla sin el enrojecimiento de mis mejillas. ¡No me dejes! Era la idea que rondaba mi cabeza...pero ese no era el pacto, debía volver al limbo de las cosas urgentes pero no tan importantes.
No hubo hijo, no hubo testigos... no hubo sol que traicionara mis afectos ni mis defectos, sólo la fusión de cuerpos que por un instante hicieron la conexión ancestral, fortaleciéndonos y a ratos perdiendo todo raciocinio.
Abro la puerta, toco con mis dedos lo enrojecido de mis labios y ya reconozco el final cuando se acerca... los mortales tenemos un destino que cumplir y no seré quién lo desafíe, pero me queda la felicidad de haberle robado un instante mío y suyo como bandera de lucha... de guerrera ancestral dispuesta a vivir con el sentido de la muerte en los ojos porque encontró, a diferencia de otros que fracasaron, la flor de cerezo perfecta en ese invierno de soledad.
Él no sabía de mi presencia, de que su sombra era el espejo donde mis ojos querían posarse sin testigos que testimonien mi pecado. Este encuentro no tuvo tiempo ni espacio porque era la remembranza de algo sucedido pero que en esta vida no podía suceder, no más allá de ese momento... Desde el primer beso que me robaron cuando en realidad desde el pasado lo consentí y lo esperaba con ansia... El espíritu de un guerrero que amo no solo como un amante pasado sino como mi maestro y más grande admiración. No puedo tocarlo pero siempre estoy a su lado, no podía adentrarme en su fuerza y astucia de hombre lobo y yo pantera negra que aún no sabía lo que era ser mujer.
La voz que cada día de mi vida me recuerda el tránsito que debo recorrer, hizo vista amplia para que en esta vida tuviera la experiencia de la felicidad pero con el precio de al menos en esta vida no volver a probarla; acepte con la claridad en mi mente pero el dolor en mi corazón... hemos de vivir lo último a través de lo primero para cada uno así enfrentar a la Moira que desenreda nuestra madeja hasta no dejar una hebra en la respiración.
Hubiera aceptado la muerte con la sonrisa de un samurái en batalla si ese fuera la voluntad de mi querida voz interior, la muerte tocando esa espalda gallarda, rasguñando como fiera sus piernas poderosas, oliendo su piel y tocando sus cabellos negros y la mirada poderosa y desafiante que en días soleados hace que no pueda soportarla sin el enrojecimiento de mis mejillas. ¡No me dejes! Era la idea que rondaba mi cabeza...pero ese no era el pacto, debía volver al limbo de las cosas urgentes pero no tan importantes.
No hubo hijo, no hubo testigos... no hubo sol que traicionara mis afectos ni mis defectos, sólo la fusión de cuerpos que por un instante hicieron la conexión ancestral, fortaleciéndonos y a ratos perdiendo todo raciocinio.
Abro la puerta, toco con mis dedos lo enrojecido de mis labios y ya reconozco el final cuando se acerca... los mortales tenemos un destino que cumplir y no seré quién lo desafíe, pero me queda la felicidad de haberle robado un instante mío y suyo como bandera de lucha... de guerrera ancestral dispuesta a vivir con el sentido de la muerte en los ojos porque encontró, a diferencia de otros que fracasaron, la flor de cerezo perfecta en ese invierno de soledad.
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