Wednesday, June 23, 2010

Ojos cerrados

Algunas veces... cuando mi boca sueña tocar la tuya, pienso que somos bestias salvajes tragándonos el dolor...
Algunas veces... la lluvia cae por mi ventana y creo que a esas aguas... nosotros pertenecimos,
Siempre... cuando cierro los sueños y dejo posar las lágrimas en mis mejillas, un filo atraviesa mi corazón... calmándolo porque es el consuelo que nosotros en algún momento, como esta agua que nos baña cada invierno, fuimos uno, pero ahora, debemos dispersarnos para proveer de vida a quienes nos rodean.
Soy tu vaina y tu mi espada...
atravesemos el cadalzo y volveremos a esa paz del renacer.

Sunday, June 20, 2010

Fotografía

Los días se hacen eternos, cuando ya no hay más imágenes en mi cuerpo...
mis sueños decaen, mis huesos se erosionan en un lamento sin tregua,
ese fragmento de memoria que ya pasó y me da un consuelo...
que la felicidad fue verdadera y clara como la voz de tus palabras de adiós...
duras y verdaderas...
como esta imagen rota... de tu recuerdo...

Friday, June 18, 2010

Mariposas de la muerte

A nuestras sonrisas esquivas...
las manos rozándose entre las sombras... las miradas que nos condenan a creer en la promesa de un futuro alejado de la vida...
Mariposas de la muerte, con su aleteo negro, rodeando mis manos de guerrero derrotado,
tengan la piedad de llevarme con ustedes, en este dolor silencioso,
el que padecemos por ser justos y buenos.

Mariposa de la muerte, dulce y bendecida...
quiero verlo, proteger la fragilidad de su vida con la mia, derramar la sangre del sacrificio en agradecimiento a esos recuerdos valiosos que nadie nos arrebatará...

Mariposas de la muerte, que se posaron como testigos en la lluvia de nuestro adiós...
sin un último beso, ni una caricia...
solo palabras clavadas en la verdad de la lucha de estos guerreros...
con caminos distintos.

Wednesday, June 16, 2010

aishteru

Aunque la sangre corra entre los ríos que nos baña como último destino...
Aunque los clanes del destino ya nos dijeran que el final comienza con el renacer...
Aunque el viaje de nuestros cuerpos tenga un retorno infinito...
Aunque la brisa que me espera no sea la misma que toque tus alas...
Aunque tu, lobo expectante, me dañes con tu verdad...
Yo, cual pantera sedienta de sangre, ire a buscarte...

Si en el camino de la espada hemos de reunirnos, cual guerreros en busca de la flor de cerezo...
Retornare hasta que el sudor del hachimaki se vuelva sangre,
el tenugi salga del dolor...
la coraza enreje mi corazon deseoso de tus besos,
pero de mi cuerpo no salga más que esos cuatro preceptos...espíritu-espada-cuerpo-movimiento...
y cual dragón dorado...
me den el vuelo y el corte perfecto.

Sunday, June 13, 2010

Examinar...

En esa calle sin fondo... donde las líneas se pierden en un espejo que se refleja en el infinito...
la sombra de tu pasado, quiere ser mi presente...
ya no tengo miedo: a las manos inquietas de la noche...
ya no tengo recelo... de los llantos de la injusticia...

El constructo de la cultura que nos baña, cual eterno fulgor...
es un soplo que olvido ante tu sonrisa, tu encanto de soñador...

Aunque de frente la realidad no sea nuestra, ni el destino un camino que podremos trazar unidos,
el hilo del silvido en mi frente, el rojo de nuestra promesa
la sabrá ver la muerte, en mi último suspiro...
en las confesiones que hasta ese día sólo serán susurro.

Monday, June 07, 2010

Sin título

Se ocultó la luz que siempre nos ilumina, abriéndose el mar que arrasó con esos cuerpos calientes que pedían misericordia, niños... madres... padres, gente que en un tiempo atrás jugaban con la tierra, arañandola con los residuos descuidados, las pisadas indolentes en ese pasto que día a día lloraba. La piel ennegrecida por el fuego de la boca de los volcanes, la advertencia que nadie supo ver pero todos olieron... miren como la tierra llora, me pide su ayuda pero soy una entre millones, entre millones de langostas hambrientas que no entendemos que nuestro paraíso lo hicimos infierno, que no nos pertenece... Es por eso que llegó el día en que esas frías y grises manos arrancaron como raíces putrefactas, lo corazones... cual sin conciencia.
La tierra ya no tiene vida, el pasto se volvió tierra amarilla, huesos y cal... Ya no hay luz de día, ni la bella luna que me bañaba cual cuerpo desnudo hecho leche mecido en la cuna... Tengo miedo de la soledad bien merecida... Maestro, donde estás... No hay cuerpos, sólo vacío, mis piernas están cansadas una capa negra cubre mi sentencia, la decisión de guerrero, ya no es fuerza de flaqueza sino la energía de una espada que no se ve sino se siente en el filo de mi katana. Dame un sueño, un respiro de que todo será mejor. En el corazón tengo el recuerdo de esos días en los cuales todo era presagio, todo era clamor constante por un lugar mejor, gente mejor, plantas felices rodeadas por el perdón de quiénes las lastimaron por creer que al no tener voz, no sentían dolor. Creo que he quedado sorda unos instantes, ya que los rayos de muerte pasan y no me tocan, algunos caen, yo sigo adelante... sólo busco a mi maestro en la tierra, sólo quiero verlo una vez más a los ojos y encontrar la fuerza espartana de los ancestros que luchan hasta el último por sus deseos... busco el destello dorado de su armadura, la pasión y la rabia en sus ojos de lobo; Aún no iré hacia arriba, le digo a las voces de túnicas blancas que quieren llevarme, combate con el filo de mi espada ante un bastón de un viejo conocido: No me iré!, le digo sin más... la figura se aleja llevándose a los demás que sin consciencia, con los pies descalzos, maltraidos, han sobrevivido y se transforman en luces que no sé si volverán a ser cuerpos... Estoy sola... una piscina vacía, un árbol con hojas rojas como la sangre me dicen que no debo ir hacia ese camino, que la muerte ya marchitó todo... pero aún así la persigo.
Ahi estás! el sonido vuelve y me doy cuenta que la sangre fluye de mi frente, pero mis piernas corren como un hermes en busca de su mensaje propio. Sigues en combate mi buen amigo y compañero... Sólo veo tu sonrisa desafiante pidiéndome el valor que siempre me entregaste en cada golpe, entrenamiento y sudor de felicidad... en cada mirada de prueba que me dejó dispuesta para este momento y luchar junto a ti, por los sueños que nosotros y muchos creyeron posible...
Pero era el final de nuestra historia... esos rayos danzantes que rozaron siempre mi cuerpo en un momento ya no lo hicieron, despegaron a mi corazón como quién desea destajarlo para engullirlo con un hálito de rabia y satisfacción... No!... por qué otra vez cruzaste el camino para que la cuerda de mi destino no se cortara... cortaste la tuya... Esto no era lo que quería compartir ni recibir como obsequio más preciado, la oportunidad de la vida a cambio de otra sólo es concedida a los héroes... me dijiste, ese honor lo pediste desde el comienzo de nuestro sendero, de los sueños en donde te vi cruzando firmamentos para cumplir lo tuyo, no quiero... otra vez me dejaste sola con mi fuerza y valor a cuestas. Tomé tu mano, intentando retener lo incorpóreo... sólo me sonreiste como siempre lo habías hecho... me dijiste unas palabras suaves que sólo mis oídos pudieron escuchar... Ahora tomo consciencia del abismo en que está el mundo, de la preparación a otra vida para los que sí respetaron la anterior... El corazón puro no va en las acciones buenas o malas sino en lo que el corazón lleva por delante como tu espada... como tu sueño.

Sunday, June 06, 2010

Espada

Mis manos sudorosas atraviesan el abismo de tu indiferencia...
me proteges con el rechazo hacia mis labios enrojecidos con tu recuerdo...
El filo seduce mis entrañas, los pelos de mi piel se estiran para alcanzarla...
Tus ojos cuando se cierran ante los mios...
La empuñadura quema... la tsuba me contiene...
Tus manos nunca me tocan... aunque intente rozarlas...
La espada si quiere rozarme, tocarme, atrazarme... me acaricia con su aguja que me besa abierta al sueño eterno...
El sueño eterno es una promesa de que la vida contigo será real...
El corte sabe a sangre y veneno...
Una promesa...
Una promesa...
Este es sólo el lugar que me pertenece, al que me debo cuando en ese momento de la vida abri la puerta...
La espada se encuentra con mi piel, la hace llorar con un toque eléctrico de seducción maldita...
Toca mi corazón... como él lo tocó y ahora no respira esperando... valiente e indolente...
Cruza mis órganos y desgarra cada fibra de esta vida para que llegue la otra...
No puedo...
quiero una muerte honorable...
Viviré con la armadura a cuestas y la espada en mi empuñadura, no en mi pecho.

Wednesday, June 02, 2010

kin'iro

¿Dónde están esos ojos negros, de lobo espartano...
de mongol desenfrenado...
de apasionado... apasionado...?

Somos fuego que en el grito vierte la fuerza pegada al hachimaki
como extraño tus manos... la presión que en el bambú, la extensión de nuestro espíritu...
se posaba tu cuerpo... en lo interno el destelleno negro que me protege.

Somos fuego... pero cuando odiamos somos hielo...
una piedra destructora del débil e indolente del fuerte...
buscamos al valiente, al luchador y poderoso... pero pecamos de lo que no creemos no entendemos... y lo que no entendemos no queremos...
no me entiendes...
no dejes de quererme...

Kiai

Dedicado a Luis Álvarez.



En una noche hélida de cara opaca y escamosa, teñida por el olor a puerto, marejada y pasado que está lejos... tenía el corazón perturbado, el caminar recogido y la rutina encajada: me habían dejado con la cita perdida y planeaba que hacer con ese tiempo abierto a las posibilidades pero que en el momento no se me ocurría ninguna. Un paso y otro paso entre los charcos de pescado podrido y los perros dormidos, abrigándose unos a otros y yo con frío... mi mente sólo buscaba música, un rastro de vida que fuera algo más que esta calle marchita; cuando entre el enrejado maltrecho de un edificio gastado... alguien grita, grita como si los demonios emergieran de su estómago para verterlos en la boca de otro del cual solo quiere destrucción, el exhalar de una pantera protectora que salía de la ventana, llamándome. Me acerqué temeroso de no ver la muerte en escena o el dolor de alguien a quien no pueda proteger... y estaba esta mujer, mujer pequeña diría yo, delgada, algo achinada con un rostro sudoroso, pero fijo y concentrado... su vestimenta era de otro tiempo... una hakama que la hacía ver pálida como la luna y que se prolongaba en sus pies descalzos pero dispuestos... una armadura que era negra y azulada.. el pelo tapaba su rostro, mas su mirada era fría y serena, como concentrada en ese momento de la vida en que el miedo no tiene cabida, el pensamiento muere como en la caída de una flor de cerezo para darle el paso a la pasión, al espíritu... Su espalda recta y proyectada hasta el metatarso... parecía una esfinge contenida... retuve el aliento... el grito de un tigre no puede salir de ese cuerpo tan pequeño y fragil... ella seguía con la mirada fija hacia un hombre que la esperaba, con su semblante templado, seduciéndola con el shinai apuntando a su garganta y el sudor en su frente, en una frente que no piensa... siente. Entonces un parpadeo... entre los brazos extendidos, las muñecas relajadas y después apretadas, las caderas extendidas, el cuerpo hacia adelante y el grito de fondo... en esos movimientos que no van más allá de un minuto, los cuerpos pasan... imagino que en una situación real alguno habría muerto... pero no entiendo más allá de lo que conozco; sigo expectante con la niña que expulsa su rabia en un grito y se deja llevar como una pluma posándose asesina sobre el otro cuerpo, desafiando a la espada a matarla, antes de que ella lo haga... No... sonrie, es una mujer con mirada de niña... se rie como si lo anterior no fuera nada, su rostro iluminado cambia mi semblante y me dan ganas de conocerla... pero yo estaba del otro lado, de la noche hélida y el piso olor a podrido, sólo me consuela saber que pude encontrar, al otro lado de una ventana, alguien que vive fuera del frío invierno... bañada en su propio fuego.