Wednesday, January 17, 2007

Los péndulos

Mi niña en el agua reposa... ignota de toda vida
porque su nariz descendida se hizo una con la corriente de mi jardín.
La laguna aprieta tu pecho y tiñe las mejillas de azulíneos retoques...
el péndulo descansa... querías decirme cuando tantos otros reyes de los astros...
sólo bebían del néctar de tu boca roza
ahora boca negra.

Negra y carcomida...
el péndulo descansa en las raíces de tus cabellos...
te tengo como Ofelia carcomida,
deletreando la muerte con lágrimas y nudos de incredulidad.
La negrura de lo que no se dice,
de la verdad omitida
que no es pecado sino “ya veremos”...
hizo de pecaminoso limbo
y tu tranquila...
“como un péndulo en el aire”.

El vestido con ribetes de moho y cintitas doradas
antes protagonizaban la seducción del aire;
como un princesa empapada en la desesperanza...
me dejaste con esta sabiduría marchita.

-“No quiero que nadie te ame”- gritó Alejandro cuando tu sombra se iba de mis manos de pájaro enclavado.
Tu destino acabado,
tus zapatitos mojados me dicen que cumpliste con tu promesa...
el asentimiento al “quiero estar solo”
fue el remojar tus cabellos en el lodo y los gusanos...
estrujar tu lengua en el silencio
y que yo te entregue
al amante del olvido.


Mademoiselle Sophie

3 comments:

Anonymous said...

Leer tus textos es casi siempre gozoso, extraño, misterioso. Como ves sigo por aquí, desde España, echando un amable vistazo a tu talento.

Suerte, Luis Quiñones
www.autobiografíaporescribirluisquinonesc.blogspot.com

ComandanteOso said...

Actualiza Sophie!!

Anonymous said...

Bueno, creo que nuestra amiga sofía no tiene demasiadas ganas de continuar escribiendo. Pero tiene a sus lectores impacientes. Veo que no soy el único.

Luis Q.
www.autobiografiaporescribirluisquinonesc.blogspot.com