Monday, December 27, 2010

Instante

la gaviota muerta viaja
entre el oleaje y la arena
en su tumba movediza

Sunday, December 19, 2010

Fragmento del prefacio de mi nueva novela: Destinos

Aunque la sangre corra entre los ríos que nos baña como último destino...
Aunque los clanes del destino ya nos dijeran que el final comienza con el renacer...
Aunque el viaje de nuestros cuerpos tenga un retorno infinito...
Aunque la brisa que me espera no sea la misma que toque tus alas...
Aunque tú, lobo expectante, me dañes con tu verdad...
Yo, cual pantera sedienta de sangre, iré a buscarte...

Wednesday, December 01, 2010

Metamorfosis

Había un campo que alguna vez fue florido y tupido de árboles de diferentes especies, ahora los muñones y la resequedad me deprimen en la degeneración de todo lo que terminó, ese mundo de países, frontes imaginarias, personas diferentes unas a las otras cuando todas éramos iguales. Reconocí antes de esta destrucción la iluminación que no se busca en iluminados o el camino religioso sino en el amor y la luz que encuentro en mí misma. Veo el sol cubierto de nubes rojo fuego; busco gente pero sólo las hallo en pedazos, sin aliento... existe otro tiempo en mi espacio personal... me vigila como una mujer de kimono blanco, me ha pedido liberarse en el espacio de las llaves que poseen tres guerreros, el dorado, el de fuego y el de agua... Ellos me presentaron esta mujer que busco, de cabellos negros y pidiendo auxilio...
La mujer de iaidogi negro y hakama negra transita con unas zapatillas, un bolso en su espalda y una espada en su cinto, busca entre escombros lo que alguna vez fue pasado. No recuerda mucho de la explosión, sólo que busca a una mujer... la dama de blanco que le dirá como superar todo esto. En su vida tuvo dos grandes maestros, el que le dio la sabiduría y el que le dio la fuerza... de ambos se enamoró y por ellos seguía la búsqueda...
Habían algunas personas en el camino, pero habían despertado en la desesperación una naturaleza reptiliana, la mujer de ropas negras y espada, se coloca en posición de ataque... desenvaina... limpia la espada...
La dama de blanco es tristemente hermosa, su naturaleza se apega a lo etéreo y su pdoer se centra en el corazón del sacrificio.
La chica ya no piensa ni siente, solo camina esperando el siguiente ataque, teniendo la esperanza de encontrar a esa mujer que siempre la ha llamado...
Ve que hay un pequeño lago y observa a un hombre que revisa unas plantas sobrevivientes en el suelo, su corazón se enciende de la alegría de conocerlo... Su segundo maestro aún vivía, pero estaba herido en una pierna... Se acerca y él creyendo ver un espejismo la abraza con fuerza, luego le pregunta por qué esas ropas y ella le cuenta que esto que sucedió ella ya lo conocía y que cuando le decían bruja sus amigos era porque su corazón estaba conectado con los finos hilos del cosmos, sabía de la naturaleza de los humanos, por ello también de su destino. Pero tiene miedo, existía aún un presagio que ella se había empecinado a vencer y evitar, aunque esto estaba en contra de sus órdenes de no intervención.
Aparecieron esas criaturas, seres sin alma que devoraban la vida de los humanos después del desastre... su maestro se interpone con el filo de su espada, sus ojos aun continuaban teniendo ese resplandor dorado sediento de sangre... mato a 3 pero vio acercarse otros más: eran interminables...
"No, maestro, no me protejas" le suplicaba, pero él sólo me exigía alejarme y seguir combatiendo, mi corazón palpaba con la fuerza de un halcón... ya no espacaría y lo protegería, porque él había sido el hombre que siempre había amado... Sintió en su pecho un calor que se iba incrementando conforme se colocaba en posición... uno de esos seres iba a matarlo, pero ella se interpone y lo atraviesa, partiendo su carne en dos... el kiai hacía emerger el amor que sentía no sólo por él sino por todos los que partieron y los que debía proteger, estaba dispuesta a darlo todo por hacer que él sobreviviera... una mujer grita en su interior... Su cabello crece... surge una luz y todos desaparecen, excepto el lago y el maestro.
Ella coloca sus manos ensangrentadas en el suelo... donde ella se encontraba el pasto había crecido, ve sus manos más blancas de lo normal... la tierra del combate se había retirada de su cuerpo... El maestro apunta hacia el lago, para que se observe en el reflejo... Ella lo hace... había encontrado a la mujer de blanco.